Un servicio renovado que vela por la tranquilidad de la ciudadanía

Artículo de Opinión del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con motivo del Día Europeo del Teléfono Único de Emergencias 1-1-2

García-Page.- Mantener la calma, transmitir serenidad y tranquilizar a quienes llaman al 1-1-2 pidiendo auxilio son habilidades básicas que debe tener el personal que atiende este teléfono para llevar la conversación hacia dos cuestiones fundamentales: qué ha ocurrido y dónde, ya que esto permitirá movilizar los recursos más adecuados hasta el lugar de los hechos, dependiendo del tipo de incidencia.

Estar al frente de situaciones de emergencia no es una tarea fácil. Hay que aprender a desconectar y a superar el impacto emocional que provoca empatizar con las miles de historias conmovedoras que hay detrás de cada llamada y eso lo saben bien los profesionales del Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias de la región.

Sin lugar a dudas, el mayor activo con el que cuenta el 1-1-2 de Castilla-La Mancha es su capital humano: más de 200 personas entre operadores de demanda, personal sanitario y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que atienden este teléfono las 24 horas del día, los 365 días del año y que en sus más de dos décadas de funcionamiento se han ganado el respeto y la confianza de la ciudadanía.

Profesionales a los que hoy queremos felicitar por su labor, aprovechando la conmemoración del Día Europeo del Teléfono Único de Emergencias, instaurado para reconocer su contribución a la sociedad. Una felicitación que también quiero hacer extensiva a todos los grupos que integran el Sistema Nacional de Protección Civil.

Desde la puesta en marcha de este servicio en la Comunidad Autónoma, que el próximo mes de octubre cumplirá 22 años, se han recibido 40 millones de llamadas, se han gestionado doce millones de incidentes y se han activado seis millones y medio de recursos. Son cifras que abruman, pero que, a la vez, ponen de manifiesto la ingente labor que realiza diariamente el personal que interviene en casos de gravedad. Una tarea que desarrollan con auténtica vocación de servicio público y máxima implicación y que las personas usuarias valoran cada año con un sobresaliente en las encuestas de satisfacción.

En el Gobierno regional somos conscientes de ello y por eso desde 2016 hemos incrementado más de un 70 por ciento el presupuesto de la Dirección General de Protección Ciudadana, lo que nos ha permitido mejorar la capacidad operativa de un servicio que vela por la tranquilidad y la seguridad de la ciudadanía, que atiende unas 3.700 comunicaciones diarias y que en 2022 registró la cifra de llamadas procedentes -aquéllas que generan la gestión de una urgencia o emergencia real- más alta de su historia, superando las 711.000, lo que supuso más de la mitad de todas las comunicaciones recibidas el año pasado.

Este incremento presupuestario lo hemos destinado a dotar de más recursos humanos y materiales al 1-1-2 de Castilla-La Mancha, donde hemos acometido una profunda modernización, impulsando su transformación digital, poniendo en marcha un centro de respaldo, activando nuevas aplicaciones y canales de comunicación e iniciando el proceso para la construcción de un nuevo edificio, que será más moderno y funcional. Todo ello, con el objetivo de garantizar una respuesta integral, rápida y eficaz ante cualquier suceso que se produce en la región.

La clave para que toda la maquinaria funcione está en la excelente coordinación que existe entre el Servicio de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha y los diferentes grupos de intervención, que actúan con la máxima diligencia. Por eso, desde el Ejecutivo autonómico no podemos dejar pasar la oportunidad de daros las GRACIAS, con mayúsculas, por vuestra habilidad para tranquilizar a quienes hacen uso de este número en situaciones críticas, por vuestra capacidad para movilizar los medios necesarios y por vuestro esfuerzo diario para seguir reduciendo los tiempos de respuesta ante situaciones de urgencia. Sois un claro ejemplo de saber estar y de colaboración.

Artículo de Opinión del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page

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