Un millar de bocadillos de chorizos para que Puertollano cumpla con la tradición

Puertollano cumple con la tradición y a lo largo de esta jornada celebra el día del chorizo, la primera fiesta de invierno. Los vendedores del mercado municipal, en colaboración de las concejalías de sanidad, consumo y festejos, de nuevo han compartido con los ciudadanos esta festividad con el reparto de un millar de bocadillos de chorizo.

El manjar ha sido elaborado por cárnicas Benito Ruiz y cocinado por componentes de la peña Raíces Manchegas que han contado con el apoyo de “Los Mascarones del Carnaval” en la distribución de los panecillos.

Para que el sabroso bocadillo entrara mejor fue acompañado de 150 litros de limonada, hecha con 5 arrobas de vino, y 60 litros de refrescos de jarabe de fresa.

Los mayores del centro de día los primeros en recibir el suculento bocata con el esperado chorizo frito con 30 litros de aceite. Ya en la puerta del mercado se había instalado una carpa en la que se inició el masivo reparto de este producto de la matanza tan deseado en Puertollano cada 23 de enero.

La concejal de sanidad y consumo, Eva Morales, junto a Benito Ruiz, inició la distribución de bocadillos, que dieron paso a los integrantes de la peña de Raíces Manchegas que fueron dando uno a uno los bocadillos y un vaso de limonada a la larga hilera de ciudadanos que querían saborear el suculento chorizo pese a la fría mañana que hemos padecido esta jornada en Puertollano

La elaboración y preparación de chorizos en el mercado de abastos se hace desde el año 1999 con el objetivo de impulsar una tradición tan popular en Puertollano y que los vendedores del mercado comparten no sólo con sus clientes sino también con toda la ciudadanía.

Cárnicas Benito Ruiz, en el marco de esta iniciativa en el año 2010 consiguió el récord al conseguir elaborar el chorizo más largo del mundo con un kilómetro de longitud, que preparó en una carpa instalada en el Paseo de San Gregorio.

No hay constancia documental sobre el origen de la festividad, pero hay diversas teorías al respecto, como que fuera la celebración de la matanza en época invernal. Otra línea de investigación habla de que el consumo público de productos del cerdo fuera una muestra ante los demás de su creencia a la fe cristiana en tiempos de los Reyes Católicos, en los que convivían con judíos y musulmanes.

Otra más reciente se refiere a que pudiera ser la invitación que se hizo de chorizos en orza a las tropas de Alfonso XII que vinieron a Puertollano a apaciguar algún conflicto minero.

Sea como fuere el origen, el caso es que esta tradición perdura en nuestra ciudad y se encuentra fuertemente arraigada, tanto que ni las bajas temperaturas la ha empañado a fuerza de costumbre.

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