Puertollano se zampa hoy su hornazo, ¿tienes ya el tuyo?

 Este domingo tenemos una cita ineludible con una tradición que se remonta al siglo XVI

¿Ya has ido a comprarlo? ¿Te vas a atrever a elaborarlo? ¿A quién se lo vas a regalar? ¿Te gusta el tradicional, o prefieres el que está bañado en chocolate? ¿Dónde te lo vas a comer? Sea como sea, hoy tenemos una cita ineludible con una tradición que se remonta al siglo XVI. ¿Tienes ya tu hornazo?

Y es que el Día del Hornazo llega este domingo a Puertollano, costumbre que surgió en ambas vertientes de Sierra Morena, extendiéndose por el Campo de Calatrava a iniciativa de los clérigos con el fin de que los fieles celebrasen la Resurrección de Jesús. Hoy en día se mantiene, más allá de sus connotaciones religiosas, y los hornos de panaderías, de pastelerías y de muchos hogares de la ciudad y de la comarca han trabajado a destajo para tenerlo todo listo.

Para el que viva en Marte y no lo sepa, el hornazo es una torta elaborada con harina, aceite crudo, huevo batido y azúcar, coronada con uno o varios huevos cocidos que deben quedar fijados con un lazo de la misma masa. Tras ser horneado y bañado con una mermelada de huevo y azúcar, suele presentarse con azúcar glas, almendras o anises.

Este hornazo, que en otros sitios se denomina mona de Pascua, torta de Resurrección o torta de San Marcos, simboliza el huevo de Pascua de la Resurrección y, yendo un poco más allá, se traduce en vida y renovación con el fin del invierno y el inicio de la primavera. Una sabrosa y metafórica depuración espiritual que nos invita a dejar atrás lo malo para pensar en lo que está por venir.

Es común degustar el hornazo después de comer o, más bien, en la merienda. Este día, además, es visto como una jornada de convivencia en Puertollano, normalmente en la Dehesa Boyal o en los cerros de la zona.

El hornazo en la comarca

La festividad del hornazo está muy extendida en nuestra comarca, al igual que en el resto de la provincia y en Andalucía. No hay una fecha fija unificada y su celebración se extiende desde invierno a plena primavera, dependiendo de la localidad. En Almodóvar del Campo, por ejemplo, se celebra el día 1 de mayo, coincidiendo con la festividad de Santa Brígida; en Cabezarrubias del Puerto, en el día de San Marcos, el 25 de abril, y en Hinojosas de Calatrava, en el mes de mayo, en el día de la Ascensión.

En otros municipios se desarrolla el mismo día del Domingo de Resurrección, una vez que concluyen los actos puramente religiosos, para festejar la vuelta al mundo del Mesías. Dependiendo del lugar, cambian ligeramente los ingredientes, como la inclusión de anisetes para dar colorido y sabor.

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