Las notas del impresionante 'Réquiem' de Mozart, su obra póstuma e inacaba, resonaron el Día de Todos los Santos en la Parroquia de San Antonio de Padua en memoria de los fallecidos, en un histórico y sobrecogedor concierto a cargo de la Coral de Vinalopó (Alicante) y de la Orquesta Filarmónica de la Mancha (OFMAN) que ejecutaron la partitura con un nivel extraordinario, tanto que se puede decir, que el concierto, enmarcado en la celebración del 50º aniversario de la creación de la Parroquia, ha sido también uno de los eventos culturales del año en Puertollano.
Apenas sonaron los primeros compases de la introducción y el templo parroquial completamente lleno se estremeció creando a lo largo de una hora una atmósfera propia de las fechas en que estamos al tiempo que la obra de Mozart resonó en todo su esplendor en una perfecta comunión de voces e instrumentos bajo la batuta de Francisco Antonio Moya y de las interpretaciones magistrales de la soprano Alicia Hervás, la mezzosoprano Daniela Vladimirova, el tenor Miguel Borrallo y el barítono John Heath.
Una larga ovación fue la respuesta del público que se repitió cuando el director de la OFMAN hizo el bis con la Lacrimosa lo último que escribió el genial musico salzburgués ya en el lecho de muerte.
Pocas veces se puede asistir a un evento de tal hondura que fue el memorable broche al Cincuentenario. Al final los organizadores Ángel Luz y el párroco Alfonso Morejudo entregaron a los cantantes y director de la orquesta un diploma en agradecimiento por su impagable participación en el evento. El párroco apenas pudo añadir unas palabras de gratitud por cuanto se había vivido y escuchado momentos antes. El Réquiem de Mozart escribió sin duda este martes una página histórica en Puertollano ya que el concierto constituyó además de su profunda simbología en memoria de los fallecidos de la parroquia, un evento musical y cultural de primera magnitud. Sin duda alguna la Parroquia escribió una página imborrable que quedará para la historia.
