El hostelero ha recordado que 'El Calamar' cerró cinco o seis días después de la reforma pero anuncia que ofrecerá en el 'Leña y Carbón' los platos elaborados por el programa de Chicote

Puertollano: El dueño del 'Leña y Carbón' afirma que Chicote es "un showman" y 'Pesadilla en la cocina' "una ficción"

Engañado. Así se siente José María Laguna, Chema, el propietario del restaurante ‘Leña y Carbón’ de Puertollano, tras su paso por ‘Pesadilla en la cocina’, el programa del famoso cocinero Alberto Chicote que se emitió el pasado jueves en ‘La Sexta’. De hecho, este hostelero ha asegurado en declaraciones en exclusiva a 'La Comarca de Puertollano' que ni siquiera ha visto el programa: “No quiero verlo, y mis trabajadores se sienten igual que yo, porque se nos deja mal como profesionales”.

Todo comenzó de la siguiente manera. Según Chema, el programa busca empresarios que tengan varios restaurantes para ver si alguno va mal. De este modo, contactaron con él a través de las redes sociales. “Yo les dije que siempre hay un establecimiento que va más flojo que otro debido a las circunstancias después de la pandemia, a la subida de la luz y de los productos básicos y a que los hosteleros no podemos subir exponencialmente los precios a medida que compramos la materia prima”.

“Me lo pintaron todo de color de rosa, me dijeron que el programa no era como antes, que vienen para poner una carta en condiciones con platos de Chicote para intentar que vendas más. Te lo cuentan súper bien, con un cocinero en teoría famoso, y te prometen que vas a estar seis meses a reventar de clientes, por lo que accedí a ello”, afirma Chema.

Penalizaciones de más de 24.000 euros

Pero los problemas empezaron a llegar a la hora de firmar el contrato. “En él se estipula que no puedo hablar y que no me puedo echar atrás, con penalizaciones de más de 24.000 euros. Hasta cierto punto es normal, porque se desplazaron con un equipo de 30 personas y no quieren que los dejes tirados. El problema es que te engañan y que las cosas no son como te las han explicado”, añade.

El primer ejemplo, tal y como ha explicado Chema, es que “te dicen que meterán a unos 30 comensales, pero vinieron 60 personas a la vez, y a todos les dicen que pueden pedir lo que quieran. Todos esos comensales, además, han sido seleccionados en un casting y ninguna otra persona podía entrar a tomarse un café o lo que sea”. Para colmo, a este hostelero le faltaba un camarero porque estaba de baja y no le dejaron sustituirlo.

“Luego, resumen siete días de grabación en dos horas con lo que a ellos les interesa y después de estar todo el día con un señor bajo la barra diciendo que me tome una copa de vino, que se tiene que ver algo, que se está viendo un servicio normal y corriente, que tengo que hacer algo y que tengo que moverme”, argumenta Chema. Asimismo, a las camareras “les incitan a no limpiar ni fregar, prometiéndoles incluso que aparecerían en otros ‘realitys’ en los que ganarían mucho dinero. Y al ver todo esto es cuando te das cuenta de que las ha cagado firmando el contrato”, lamenta.

Y es que Chema hubiese roto el contrato desde el día uno. “Discutí con la productora ese primer día porque me habían engañado. No se ven muchas cosas, como a Alberto Chicote diciéndome todo el día que no llamo la atención a los camareros, que soy un calzonazos, pinchándome, y el día en el que doy el golpe sobre la barra es ya por la rabia de ver que ese hombre no había venido a ayudarme, sino a causar problemas, a buscar discusiones y a dar dinero a la productora, cosa que me parece bien, porque todo es lícito, siempre y cuando no se engañe a nadie”, denuncia.

Chicote, "un showman"

Sobre Chicote, Chema afirma que como profesional “deja mucho que desear, ya que de lo contrario iría a ayudar, y no a ser un showman que lo único que busca es audiencia. ‘Pesadilla en la cocina' es un programa de ficción”. Además, recalca que “no es el hombre cercano y amable que parece, a lo largo de los días de grabación solo hablaba cuando había cámaras, antes y después no tenía ningún trato con nosotros, podía estar media hora allí y no nos decía ni buenos días”.

'El Calamar', cerrado a los cinco o seis días de la marcha de Chicote

Con respecto a ‘El Calamar’, este hostelero ha querido dejar claro que llevaba tres meses cerrado antes de la llegada de Chicote porque “pillé a gente robando y consumiendo sustancias ilegales, y en ese momento lo cerré en mitad del servicio, sin limpiar ni nada. Pero la productora de ‘Pesadilla en la cocina me dijo que lo abriese para verlo, y lo hice una semana antes, contratando otra vez a Elena, que ya no trabajaba para mí, para esa semana. Me molesta mucho que vayan a pillarte de esa forma”.

En lo que respecta a la reforma de ‘El Calamar’, este hostelero explica que “pintaron de azul un poco por encima, cambiaron los tableros de las mesas, ni siquiera las mesas enteras, pusieron un vinilo plateado en la barra, compraron una máquina de cortar fiambre y una olla exprés y poco más”. De hecho, asegura que “no trajeron vajilla suficiente y parte de la que aparece en la inauguración es mía. Eso sí, durante la grabación me decían continuamente que cuanto peor fuese todo, más iban a invertir, pero no se gastaron más de 4.000 euros”.

Tras la reforma, ‘La gente vino y le gustó, pero tengo varios restaurantes, demasiado trabajo, mucho estrés y era necesario buscar a los trabajadores adecuados, por lo que lo cerré a los cinco o seis días. Me levanto cada día a las seis y media de la mañana y trabajo todo el día pero al tener varios locales no puedes estar en todos”. En cualquier caso, Chema ha anunciado que pronto servirá en el ‘Leña y Carbón’ los platos de la carta que elaboró el programa de Chicote para ‘El Calamar’. “Será uno cada semana, y lo haré principalmente por el gran trabajo de Estefanía, la jefa de cocina, no por Chicote”, avanza.

Un "aviso" para los hosteleros de España

Tras todo lo vivido, Chema quiere avisar a todos los hosteleros de España a los que el programa pueda llamar en un futuro para grabar con ellos. “Si quieren vivir esta experiencia, me parece bien, pero que lo hagan sin firmar nada o incluyendo una clausula en la que se establezca que pueden romper el contrato”. El dueño del ‘Leña y Carbón’ confía en que así al programa “no le sea tan fácil engañar a la gente” y está convencido de que con esa clausula en el contrato “el 100% de los episodios de ‘Pesadilla en la cocina no se harían”. De hecho, según este hostelero, ‘Pesadilla en la cocina’ tiene “más de 30 denuncias de restaurantes que pasaron por el programa indignados por el engaño".

Por último, y ya en clave local, Chema ha asegurado que ser hostelero en Puertollano “es muy complicado ya que el Ayuntamiento pone muchas trabas para todo. Hace dos semanas me dijeron que tenía que quitar los aparatos de aire de la terraza. He podido abrir establecimientos en Almodóvar del Campo, en Argamasilla de Calatrava o en Ciudad Real, la inversión hubiese sido la misma, pero siempre he querido apostar por mi pueblo, porque es lo que me arraiga, pero es difícil”.

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