Ramón F. Muñoz Cazallas.-En septiembre de 2018, me dirigí a nuestra alcaldesa, señora Fernández entonces, para advertirle del mal estado de la marquesina de la puerta del cine de El Poblado y del peligro que corrían algunos grupos de jóvenes que se reunían debajo de ella.
A los pocos días colocaron unas vallas de obra para disuadir a los jóvenes de su entrada allí.
El 4 de Octubre recibí la siguiente contestación: “Desde el área de movilidad se ha dado conocimiento al departamento correspondiente de este Ayuntamiento sobre su petición por el mal estado de la marquesina del antiguo teatro del Poblado, esperando que se le de solución lo antes posible”.
La cosa parecía encarrilada, pero pasaron los meses y no se hizo nada, salvo de cuando en cuando recolocar las vallas que habían sido apartadas.
Por ello, el 5 de Julio de 2019, casi un año después, le refiero a nuestra alcaldesa que ya era otra, Isabel Rodríguez, algunas situaciones de peligro que teníamos en el pueblo, entre ellas la de la marquesina del teatro del Poblado.
De la señora Rodríguez no tuve respuesta, ni a este tema ni a ninguno de los que le plantee mientras estuvo al frente de nuestro Ayuntamiento.
El 26 de noviembre de 2021, habían pasado ya tres años de la primera comunicación, me dirigí a la Concejalía de urbanismo, al frente de la que estaba el Sr. Calle. Le hacia un resumen de lo ocurrido desde septiembre de 2018 hasta esa fecha.
El 7 de abril de 2022 me dirigí de nuevo a la alcaldía, era ya alcalde el señor Muñiz y van tres, le advertía de varias situaciones de peligro, entre ellas la marquesina.
El 10 de Mayo de 2022, ya no la espera, recibí contestación de urbanismo, solo contestaban al asunto de la marquesina. Adjuntaban un informe técnico en el que después de desmarcarse de cualquier otra opinión que puedan dar otros Servicios, Organismos o Departamentos, el técnico viene a decir que se ha visitado la zona en varias ocasiones y cuando las vallas han estado descolocadas se ha dado orden al servicio de obras para que se vuelvan a colocar.
Me resulta penoso que al cabo de casi cuatro años reclamando, se remita por urbanismo un informe que no aporta ninguna solución, no hubiera sido más práctico y resolutivo echar la marquesina abajo y despejar la zona de vallas.
Espero que en este año 2023 se puedan dedicar los recursos necesarios (que no serán muy cuantiosos entiendo) para demoler la marquesina y de paso dar una mano de pintura a la fachada. Daremos así un pasito en el largo camino necesario para conseguir la ciudad amable que tanto desea nuestro alcalde.
