Un precioso artículo extraído del Facebook de Javier Márquez

Puertollano: Aunque no has fallecido, descansa en paz, 'Antoñito'

Javier Márquez.- No, no ha fallecido Antoñito.

Quizá vayan ustedes a leer en la prensa y en las redes sociales que ha fallecido Antoñito. Pero no, no lo ha hecho. Y ¿por qué estás tan seguro, Javier? Pues porque estoy convencido de que es imposible que muera una persona como él. Porque aún recuerdo como si fuese ayer cuando hace cerca de cincuenta años venía a mi barrio al cumpleaños de sus primos, mis vecinos, y lo bien que lo pasábamos junto a él. Nosotros todavía niños, y él, quizá, frisando los quince o incluso veinte años. Nos reíamos con él, nunca de él, eso jamás. Éramos niños pero sabíamos del respeto y de lo maravilloso que era tener una persona así con nosotros contándonos chistes de cualquier cosa, pero sobre todo de ferroviarios. Siempre tuvo una predilección y una querencia por los trenes, nunca supe por qué.

-Antonio, cuéntanos el chiste del ferroviario.

Y lo empezaba y jamás lo acababa, improvisaba, olvidaba, retomaba el hilo, pero se convertía en un relato sin final, eterno, como él, ¡eterno! Por eso no ha fallecido Antoñito. Porque como sus chistes y sus ocurrencias no pueden ni deben tener un final.

Luego ya de adultos, siempre por nuestro Paseo:

-Antonio, ¿quieres una Coca Cola?

Y él siempre aceptaba, se sentaba en el velador junto a cualquiera que se lo ofreciera, y entonces su maravillosa mente hacía volar las conversaciones hacia esos territorios donde él solo sabía llevarlas. Inocencia y bondad a partes iguales.

Los últimos años, al cruzármelo con sus sempiternas vueltas por el Paseo, ya le notaba la edad, a todos se nos nota:

-Adiós, Antonio, ¿dónde vas?

-A dar una vuelta, adiós, eh… eh…, ¡tú!

Quizá en ese momento no recordó mi nombre, quizá lo había olvidado hace tiempo, quizá nunca lo supo; ¡qué más da! A mí nunca se me olvidará el suyo ni su presencia en el Paseo. Por eso les insisto: No, no ha fallecido Antoñito. Yo lo acabo de ver hace unos minutos dando una vuelta por el Paseo San Gregorio, le he instado a que me vuelva a contar el chiste del ferroviario y me ha contestado: ¡Qué pasa, tííííío!

Aunque no, no has fallecido, descansa en paz, Antonio, Antoñito.

Javier Márquez, 3 de febrero del 2023

P.D.: Insto desde aquí al Excmo. Ayuntamiento de Puertollano a dedicarle uno de los jardines de nuestro (suyo, de él, de Antonio) Paseo San Gregorio y a que ese jardín luzca una placa con su nombre para la eternidad. Se lo merece.

Foto: Facebook de LuisFer Drummer

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