En la Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha

Personal voluntario de Protección Civil, bomberos y miembros del Ministerio de Defensa se forman en reanimación cardiopulmonar

La Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha, organismo dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, ha desarrollado durante el día de hoy un curso de reciclaje formativo, destinado a aquellos integrantes de grupos de emergencia con conocimientos en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso del desfibrilador automático (DEA).

El director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, ha asistido al inicio de esta actividad formativa, relacionada con la medicina de urgencias, en la que han participado un total de 21 alumnos y alumnas, con el objetivo de recordar y ejercitar los conocimientos básicos necesarios para lograr la resucitación cardiopulmonar de cualquier persona que pueda sufrir un infarto, utilizando, además, el desfibrilador automático (DEA).

En este sentido, los participantes han profundizado en el reconocimiento de la parada cardiorrespiratoria y en el manejo de la situación con un interviniente y combinada con dos intervinientes, desarrollando, en este caso, los papeles de líder y acompañante. Además, han recibido formación práctica sobre vía aérea, manejo del DEA, y el manejo combinado de soporte de la vía aérea y utilización del DEA, en situaciones con uno y dos primeros intervinientes.

El alumnado procede de diversas agrupaciones de Protección Civil toledanas, como Cedillo del Condado, Corral de Almaguer, Gerindote, Lominchar, Pantoja, Seseña, Torrijos y Villacañas; además de ciudarrealeñas, como Bolaños de Calatrava, Valdepeñas y Villarrubia de los Ojos.

También han participado en el curso integrantes de los consorcios provinciales de Bomberos de las diputaciones de Cuenca y Albacete, de la jefatura de la Policía Local de Corral de Almaguer, así como miembros del Ministerio de Defensa.

Esta actividad formativa se ha desarrollado en tres ediciones a lo largo de todo el año, siendo esta de septiembre la última de ellas, con la finalidad de que una gran parte de los integrantes de los grupos de emergencia puedan llevar a cabo una primera intervención sanitaria, relacionada con la reanimación cardiopulmonar, con la suficiente garantía para el paciente.

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