García-Page, Arniches y el dominio del sainete

Artículo de Opinión de la diputada autonómica del PP-CLM y secretaria segunda de la Mesa de las Cortes, Tania Andicoberry
La diputada autonómica del PP-CLM y secretaria segunda de la Mesa de las Cortes, Tania Andicoberry
La diputada autonómica del PP-CLM y secretaria segunda de la Mesa de las Cortes, Tania Andicoberry

El nuevo curso político traerá a todos nuevos retos, batallas por librar, exámenes y reválidas para todos aquellos que estamos implicados en la política autonómica, que inevitablemente tiene implicaciones directas en la política nacional, más si cabe con el nuevo frente que se ha abierto y que tiene a todas las comunidades autónomas tentándose los bolsillos como es el caso de la financiación singular que Pedro Sánchez ha pactado con ERC a cambio de unos meses más en el sillón de La Moncloa y para conseguir la investidura de Illa como presidente de la Generalidad de Cataluña.

Uno de esos políticos al que miraremos con lupa debido a que ha demostrado que, más allá de las palabras, los titulares huecos, o los fuegos de artificio con una pólvora que está demostrando estar húmeda, no van más allá. Son pura puesta en escena montada con un cartón piedra al que se le ven las grietas y que puede desquebrajarse en cualquier momento.

Seguro que el lector ha adivinado, tras esta definición, que ese examinado es Emiliano García-Page, a la sazón presidente de la Junta y secretario general de los socialistas de Castilla-La Mancha, un político al que ya no le creen ni genera confianza ni siquiera en aquellos que la habían hecho pública. Y es que Page está rompiendo barreras con su actitud, las barreras de la credibilidad, de la confianza y de la esperanza que algunos tenían en que hiciese algo en algún momento.

A nosotros no nos extraña, lo tenemos calado desde hace mucho tiempo. Claro que hace, hablar y no actuar. Es un charlatán.

Y es que si desgranamos esos exámenes a los que el socialista se enfrentará durante los próximos meses nos encontramos con la Ley de Amnistía y su recurso de inconstitucionalidad, el que ha presentado en los últimos días a través del Gobierno de Castilla-La Mancha, tras demorarlo varios meses camuflado en un trámite a través del Consejo Consultivo para no ser el primero en desmarcarse de Sánchez.

Page lo tenía tremendamente sencillo. Tanto como que sus ocho diputados, personas de su total confianza, votasen NO a la aprobación de dicha ley en el Congreso de los Diputados. Pero el voto de sus parlamentarios atronó en el hemiciclo, fue un SÍ a la Ley de Amnistía que resonó de Madrid a Yeste.

Otra de las pruebas a las que Page tendrá que enfrentarse es la aprobación del cupo catalán en el Congreso, una medida que hará más pobres a los castellanomanchegos, una decisión de Sánchez que, sin duda, llevará consigo un empeoramiento de los servicios públicos en regiones como la nuestra, Castilla-La Mancha, que según Fedea será una de las más afectadas por los acuerdos entre PSOE y ERC.

Page ya ha actuado, en este caso, y es que digo actuado porque va como anillo al dedo con este asunto en concreto. Una charlotada al nivel del mejor cómico del país, creando expectativas en los españoles, pareciendo que iba a ocurrir algo, que por fin Page iba a poner los intereses de su tierra por delante de los de su partido…el resultado, se lo voy a resumir en un titular de prensa de esta misma semana:

“Page no ordenará a los diputados castellanomanchegos en el Congreso votar en contra del cupo catalán”

Otra decepción más, y otro sainete de un Emiliano que está a punto de inscribir su nombre entre los hermanos Álvarez Quintero y Carlos Arniches.

El capítulo político que acaba de comenzar trae consigo muchos asuntos relacionados con la economía de las comunidades autónomas, la financiación autonómica, de la que tanto hemos oído hablar en los meses que precedieron a la temporada estival, es otro de los campos de batalla en los que Page deberá desenvolverse. No olvidemos que Castilla-La Mancha es una región considerada entre el grupo de las infrafinanciadas, es decir, afectadas por el actual sistema.

El socialista castellanomanchego, ya ha asomado la patita en este asunto, lo hizo en las Cortes Regionales, votando en contra de una iniciativa parlamentaria del Partido Popular en la que se pedía que se aunasen fuerzas desde el parlamento autonómico para reclamar con fuerza, consenso y unidad a Sánchez un fondo de compensación económica para regiones que, como ya he comentado, están infrafinanciadas.

Emiliano tiene también que poner el ojo en los asuntos de su casa, es decir, en el Congreso Federal del PSOE convocado por Sánchez para el mes de noviembre. Un hito en el camino de Page al que, estoy totalmente segura, dedicará muchas horas, conversaciones, llamadas, escaramuzas, declaraciones en medios, entrevistas, y todo tipo de recursos para que su voz sea escuchada y siga con esa limpieza de imagen que, más que una real convicción política, busca una huida de la quema en la pira sanchista.

Pues bien, todo ese tiempo que Page va a dedicar a los asuntos de la gran casa socialista, los va a dejar de dedicar a los que nos leen, los castellanomanchegos, aquellos que se están viendo más perjudicados por el teatro de un Emiliano que, cada día, se caricaturiza más.

No quiero concluir sin recordar la última de las frases grandilocuentes de Page sobre Sánchez: “no se puede gobernar a cualquier precio”. Emiliano, tienes una memoria frágil, muy delicada. Dicen que las nueces son geniales para mantener la memoria fresca y robusta y yo, como albaceteña, le recomiendo que tome las nuestras, las de Nerpio.

Y hago esa referencia a la memoria de Page recordándole dos hitos muy importantes en su carrera política: el primero de ellos allá por 2015, cuando dijo que jamás gobernaría con Podemos en Castilla-La Mancha y, meses después pasaron a formar parte de su gobierno. Sí, por si alguien no lo recuerda, Page tuvo un vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha de Podemos, José García Molina.

Y si ese recuerdo no es suficiente, le refrescaré a la frágil memoria de Page cuando, en plenas negociaciones de Sánchez para formar gobierno, allá por 2021, dijo aquello de que “no había más remedio” que pactar con EH Bildu para conseguir el gobierno del país.

Sí hay más remedio, Emiliano, se llama dignidad y no venderse por los sillones.

Por lo tanto y para concluir, estoy segura de que vamos a tener, durante el nuevo curso político, interesantes capítulos del interminable serial de ‘El socialista bueno que amaga, pero no da’, protagonizada por Emiliano y que cuenta con un casting extenso en el que aparece, como secundario de lujo, su número dos en el PSOE-CLM, Sergio Gutiérrez, a la sazón diputado nacional en el Congreso impuesto por Page como número uno por Toledo.

Atentos, vienen capítulos emocionantes. 

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