Algo así como una decisión salomónica es la que ha adoptado la dirección del BBVA en Puertollano según me han comentado algunos de sus clientes que se han visto afectados negativamente por ella.
Las oficinas de la Avenida Primero de Mayo de esta entidad bancaria tienen en su vestíbulo tres cajeros automáticos en los que se pueden hacer muchas operaciones bancarias, como por ejemplo el ingreso de efectivo. Pero a las ocho de la tarde aproximadamente estas puertas se cierran y estos tres cajeros quedan aislados y fuera de servicio parece ser que para evitar que en este espacio pernocten algunas personas y solo queda funcionando el único que hay en la calle en el que prácticamente solo se puede sacar dinero. De esta manera aquellos clientes del banco que necesiten hacer cualquier operación bancaria distinta a la de sacar dinero no pueden hacerlo y ese es el caso de las personas que trabajan y que solo pueden ir a partir de esa hora y, lo que es peor, de aquellos pequeños empresarios que una vez cerrado su establecimiento tienen por costumbre ingresar el efectivo que han hecho de caja y solo lo pueden hacer a través de algunos de esos tres cajeros automáticos evitando así tener que desplazarse a su domicilio con el dinero encima. Desconozco de dónde ha partido esta genial idea, pero lo que está claro es que está perjudicando a los clientes de este banco y reduciendo sus servicios durante más de doce horas lo que significa un claro perjuicio para ellos.
Supongo que la reclamaciones y quejas por esta decisión no se habrán hecho esperar, pero con esta denuncia en redes sociales solo pretendo ayudar en la medida de mis posibilidades a que la normalidad se restablezca y el servicio no se vea interrumpido o, lo que es peor, reducido a la mitad del tiempo que antes tenía en claro perjuicio de muchos de sus clientes.
