Al hilo de mi último comentario en mi perfil de Facebook sobre el cierre de la empresa "Animal By Products", ubicada en una parte de los terrenos que ocupaba la mina Emma de Encasur, he podido constatar que, al margen de la publicidad que se dio a la creación de empleo con ella y al correspondiente aprovechamiento político, a la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha se le resolvió un problemas muy grave con este proyecto de desechos animales.
La Junta no sabía que hacer con los restos sandach, los más peligrosos, que se estaban quemando temporalmente en el horno de una cementera en Toledo tras acabar la autorización existente para quemarlos en una central térmica en Toledo. Pero esa situación era insostenible y por eso autorizaron sin miramientos la planta de Puertollano. Un proyecto empresarial que nació ya viciado con una declaración de impacto ambiental que no tuvo en cuenta, por una parte, el efecto "adición" que es obligatorio estudiar y por el que cuando el viento sopla con dirección Oeste Puertollano recibe la contaminación del complejo, mientras que cuando el viento sopla con dirección Este recibimos la contaminación de la planta de desecho animales y de la planta de los neumáticos fuera de uso. Y si hay inversión térmica nos tragamos toda la contaminación.
Además, por otra parte, tampoco se tuvieron en cuenta las alegaciones presentadas por los ecologistas de las que ya me hice eco en un artículo que publiqué llamado "la fiesta de los malos olores" advirtiendo de los peligrosos" precedentes con los que llegaba a Puertollano está instalación.
Alegaciones de Ecologistas
En las alegaciones presentadas por los ecologistas a la Declaración de Impacto Ambiental ya advertían que ‘aunque textualmente aparece en el proyecto y en el EIA: "La ubicación de la planta, alejada al sur del término municipal, se ha escogido para que los vientos dominantes que provienen del oeste no transporten emisiones en forma de olores a la localidad". La realidad es que la planta se instala a favor de los vientos dominantes de oeste y suroeste, ya que se sitúa al suroeste y no al sur del núcleo urbano’.
Al mismo tiempo añaden que ‘insistentemente y, en general, se especifica en el Proyecto y en el Estudio de Impacto Ambiental, que lo único que se produce en la "Planta" son "olores producidos por compuestos volátiles orgánicos… Lo cierto es que no creemos que se pueda garantizar la estanquidad total de todos los procesos y que el resultado de suprimir el 99% de los "olores" mediante oxidación térmica recuperativa, OTR, no solucionarà el problema’.
Asimismo denunciaban que en la DIA ‘no se establece ningún protocolo para una parada del proceso de producción, solamente se actúa con el traslado de los subproductos animales que no se puedan procesar. ¿Qué pasa con la limpieza, los atascos, el propio traslado, etc.? ¿No se crean sobrepresiones y escapes peligrosos durante las averías y durante el funcionamiento normal?’ Se preguntaban los ecologistas.
Emplazamiento
Por último, Animal by Products Solutions, S.C respondía en el informe, con respecto al emplazamiento de la planta, que se había realizado un estudio del régimen de vientos consultando la información disponible de Industria, Energía y Turismo y, con los datos obtenidos, se había elaborado una tabla “en la que se observa que los vientos dominantes son los de dirección oeste y oeste-noroeste, siguiendo la dirección de las alineaciones montañosas entre las que se encuentra enclavado el municipio. Con lo que los vientos no irán en su mayor parte al núcleo urbano de Puertollano”.
Tras la desestimación de las alegaciones de Ecologistas en Acción el apartado 3.2. de la evaluación ambiental sobre “la posible generación de malos olores, que incluso pudiera llegar a afectar al núcleo urbano de Puertollano” se consideraba finalmente “que la ubicación de la planta es apropiada, dado que durante una parte importante del año (80%) estos no favorecen la dispersión hacia el núcleo de Puertollano de los eventuales olores que se produjeran.
Si se une el análisis del régimen de vientos a la orografía local y a las distancias existentes con las poblaciones de Puertollano, Cabezarrubias del Puerto, Hinojosas de Calatrava y Almodóvar del Campo, superiores todas ellas a cuatro kilómetros, se concluye que no resulta una ubicación desfavorable para la planta”.
A pesar de todo, el tiempo demostró que los malos olores no solo llegaban frecuentemente a Puertollano sino también a otras poblaciones vecinas por lo que algo estaba fallando clamorosamente además de los graves incumplimientos de los que le acusa el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) que ahora han provocado su cierre definitivo.