Esta mañana en mi agradable y habitual paseo matutino he descubierto con más indignación que estupor una pintada en la sede del PSOE de Puertollano y poco después, ya en el Paseo de San Gregorio justo al lado de la Concha de la música, una gran rama de un árbol desprendida y caída en el suelo.
En el primero de los casos se trata de un acto vandálico sin duda alguna aunque el segundo probablemente también lo sea, ya que el viento no ha acompañado ni esta noche ni esta madrugada para que este esqueje de árbol se viera afectado.
Me inclino en ambos casos por el vandalismo, aunque la pintada de la sede del PSOE lo es seguro y no así la rama del árbol caída que podría haberse desprendido por su propio peso, aunque curiosamente junto a la rama del árbol había una botella de agua de plástico con todo el aspecto de haber sido dejada allí como mudo testigo de lo que había ocurrido realmente.
El vandalismo vuelve a hacer mella en las calles de nuestra ciudad, pero en este caso es mucho peor ya que tiene además algunas connotaciones políticas que favorecerán todo tipo de conjeturas en un momento en el que si la polarización ha hecho mella en la ciudadanía es lógico que también sea así entre los vándalos que andan sueltos por Puertollano.
Sin entrar en otro tipo de elucubraciones, que ya habrá quien las haga, quiero mostrar desde aquí mi repulsa especialmente por la vandalización de la conocida como Casa del Pueblo, sede del PSOE en la calle Aduana de nuestra ciudad, mostrando además mi indignación y condena ante un hecho que para nada contribuye a la concordia y a la normalidad política.
Desgraciadamente, no es la primera vez y seguro que no será la última en la que las dependencias de algún partido político sean víctimas de cualquier tipo de vandalización, como es el caso, pero pienso que en una democracia como la nuestra este tipo de hechos deben servir para hacernos reflexionar y al mismo tiempo aparcar nuestras diferencias políticas. Porque en el fondo todos somos iguales, todos somos seres humanos con nuestras convicciones, creencias y pensamientos respetables desde todos los ángulos habidos y por haber siempre que tras ellos subyazca la comprensión, el diálogo, la tolerancia y, sobre todo, el respeto mutuo.