Ramón F. Muñoz Cazallas.- La semana pasada se celebró el día de los museos, si miramos los nuestros no es para estar muy satisfechos.
El Museo Etnológico ha resucitado de mano de la asociación Portus Planus que se ocupa de él desde hace un tiempo y en una nueva ubicación.
Es curioso que este museo, ubicado en el antiguo Ayuntamiento se vino abajo cuando se amplió con un anexo, desaparecieron todos los objetos allí expuestos y gran parte de las instalaciones fueron ocupadas por el Ayuntamiento para otros usos.
En la ampliación no hay objetos que ver, se dedica a exposiciones y conferencias, con lo que el museo tal como lo conocíamos desapareció y desaparecido ha estado varios años hasta la reapertura por la Asociación Portus Planus.
Cuando hace unas fechas estuve visitando el museo, la persona que me lo enseñó se lamentaba de dos cosas: por un lado, el mal estado en que recibieron el material, totalmente desordenado y sin ningún listado o inventario. También se quejaba de que hay personas que no pueden ver la planta de arriba porque el ascensor de que se dispone estaba averiado.
Por mi parte eché en falta la colección de botellas que hace años donó al museo un ciudadano, Pedro Muñoz Arias. Espero que no esté perdida y podamos volver a verla.
También quiero recordar, aunque de esto no estoy seguro, que otro ciudadano donó al museo una colección de llaveros que tenia en el bar de la calle Torrecilla que estaba junto al antiguo instituto.
Aprovecho para felicitar a los miembros de la asociación Portus Planos que están haciendo posible que el museo funcione y funcione muy bien.
Museo de la Minería, inaugurado el 5 de octubre de 2006, a los pocos días de la inauguración ya vimos en la prensa que la galería se había inundado con las lluvias que tuvimos esos días.
En 2017 se cierra el museo por razones de seguridad, al detectarse numerosas grietas en la fachada.
Tuvimos que esperar cuatro años, hasta que en agosto de 2021 se inician las obras de reparación. En el cartel colocado en una de las puertas se indica la empresa adjudicataria y un plazo de ejecución de 5 meses.
Coincidiendo mas o menos con el plazo fijado, a finales de diciembre de 2021, el concejal de Obras y Mantenimiento anuncia que la reapertura del museo está un poco más cerca.
Silencio hasta que, a final de marzo de 2022, el alcalde viene a decirnos que las obras del museo han terminado y que se intentará abrir a finales de año, el retraso se justifica con la realización de otras obras que se harán en la zona y también se dice que hay que acondicionar el interior y los jardines.
Nuestro alcalde ha dicho: “Será un museo espectacular y ha quedado fenomenal tras una obra inmejorable”.
Lo cierto es que el entorno, tanto dentro como fuera de la valla, está de pena, el mantenimiento es inexistente, las puertas y la valla están faltos de una buena mano de pintura, el aparcamiento está comido de hierba igual que todo el parque y en el interior del recinto solo se ve bien una pequeña parcela de césped que se ve cuidada.
Nuestros gobernantes deberían ser un poco más serios y cumplidores de los plazos, ya he puesto otras veces el ejemplo de Mercadona, que el mismo día que cierran una tienda para su reforma colocan un cartel en la puerta anunciando el día de la reapertura y ese día la tienda se abre.
En el caso de las obras públicas, al menos en las de Puertollano, los plazos se incumplen sistemáticamente y además no suelen faltar los “segundos o terceros espadas” que se matan diciendo que se están cumpliendo los plazos.
Para la próxima semana se anuncian muchas celebraciones en Puertollano con motivo del día de la Comunidad y la fiesta del Santo Voto, hemos perdido una buena ocasión de hacer la fiesta más grande ofreciendo el museo a los muchos paisanos que nos visitarán esos días.
Sin ser museos, me referiré también al terri y al monumento al minero.
En el terri, después de haber enterrado allí unos cuantos millones, lleva años completamente abandonado, empezando por la caseta de control del guarda que está reventada por todos los costados, el camino de subida muy erosionado por las chorreras de agua que bajan por el camino porque los canales laterales están llenos de maleza, el alumbrado no funciona igual que las dos fuentes de agua, los paneles informativos que se instalaron arriba están en muy mal estado, en parte por las inclemencias del tiempo y en parte por la acción de los ciudadanos, en el camino que rodea la parte inferior hay varios corrimientos de carbonilla que en algún caso llegan a cubrir los bancos destinados al descanso. El abandono no puede ser mayor.
Si queremos mantener el parque, habría que hacer algunas cosas con urgencia, tales como reparar o demoler la caseta del guarda, desmontar las farolas porque no creo que haya todavía nadie que piense en volver a instalar cables de alimentación, acondicionar los caminos, limpiar los canales de desagüe y reponer los paneles informativos colocándolos de forma que les ataquen menos las inclemencias del tiempo y de los ciudadanos.
El lamento podría ser mayor si se hubiera llegado a construir el embarcadero que se proyectó para la laguna.
Si no estamos dispuestos a hacer nada, mas vale que quitemos la señal de “parque” que hay en la rotonda y demos el parque por cerrado.
No quiero obras grandes sino mantener lo que ya tenemos, decía nuestra anterior alcaldesa, ella misma lo practicó poco y su sucesor no parece que se aplique mucho a ello tampoco.
En cuanto al monumento al minero, es increíble que después de tantos años, todavía no se disponga de un aparcamiento que facilite la visita de personas con movilidad reducida. Han sido bastantes los puertollanenses que no lo han podido visitar porque sus familiares no los pueden llevar por falta de ese aparcamiento.
Los 4 de diciembre es normal ver en las inmediaciones del minero, parados en la carretera, los coches de las autoridades que acuden al acto de homenaje por la festividad de Santa Bárbara.
Ramón F. Muñoz Cazallas
