MEDIO AMBIENTE ACLARA QUE LA RUTA DE DON QUIJOTE NO HA PROVOCADO DAÑOS AMBIENTALES

Ante las opiniones realizadas por Ecologistas en Acción en los medios de comunicación, la Consejería afirma que el proyecto de la Ruta de Don Quijote fue sometido a la consideración de los órganos ambientales competentes en materia de evaluación de impacto ambiental.

De esta forma, desde el Gobierno regional se ha buscado, en todo momento, prevenir cualquier posible afección al entorno, con especial atención a los tramos que atraviesan áreas protegidas, y se ha constatado que no hay impactos ambientales negativos.

En este sentido, Medio Ambiente resalta que en las zonas sensibles (áreas protegidas y Red Natura 2000) se ha realizado una evaluación previa de sus efectos sobre los recursos naturales, tal y como recoge la Ley de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha, y no se ha permitido ningún trazado incompatible con la conservación de los mismos.

Respecto a la falta de evaluación ambiental denunciada por los ecologistas, hay que aclarar que la normativa regional de Evaluación de Impacto Ambiental exime de dicho procedimiento a los proyectos de obra de acondicionamiento de caminos, y sólo es aplicable en caso de apertura de nuevos tramos superiores a dos kilómetros que afecten a terrenos cubiertos por vegetación natural.

Así, la práctica totalidad del trazado de la Ruta Don Quijote discurre sobre caminos existentes con anterioridad al proyecto, y los nuevos tramos abiertos, para conexión entre los ya existentes, no superan, en ningún caso, los dos kilómetros establecidos en la normativa.

No obstante, la Ruta ha sido sometida, tramo a tramo, a los informes ambientales pertinentes de los servicios de Medio Natural de cada Delegación Provincial de Medio Ambiente, así como a la supervisión de los servicios centrales de la Consejería.

Las obras han consistido en el arreglo y mejora de las vías preexistentes, señalización y dotación de infraestructura anexa para ofrecer los oportunos servicios a los usuarios de la Ruta, utilizando materiales naturales y autóctonos y respetando, en todo momento, el uso principal de dichas vías.

La Ruta de Don Quijote discurre por distintos tipos de vías: Caminos rurales, cuya finalidad es servir de conexión entre fincas estando permitido el tránsito de vehículos a motor; carreteras, donde está permitido el tránsito de vehículos; antiguos trazados ferroviarios fuera de uso, y vías pecuarias, en las que, con carácter general, no está permitido el uso de vehículos a motor, aunque la Ley de Vías Pecuarias de Castilla–La Mancha autoriza su uso a vehículos eminentemente agroforestales.

En este sentido, hay que recalcar que las actuaciones de la Ruta de Don Quijote que han afectado a vías pecuarias han sido autorizadas y supervisadas por las Delegaciones Provinciales de Medio Ambiente en cumplimiento de la legislación vigente, y no se han efectuado movimientos de tierra ni vertidos que supongan una dificultad al tránsito ganadero. Estas actuaciones han consistido en la adecuación de estas vías para facilitar el tránsito de los viandantes en algunos puntos y no de forma generalizada.

En relación al supuesto asfaltado de algunos tramos de la Ruta de Don Quijote, hay que subrayar que las actuaciones realizadas han consistido exclusivamente en la reparación del firme, compactación con zahorra y riegos asfálticos en caminos rurales y en aquellos caminos públicos que discurren sobre vía pecuaria, pero sólo en el entorno de núcleos urbanos.

La Ruta de Don Quijote ha sido diseñada para su recorrido a pie, a caballo o en bicicleta. En ningún caso se contempla la posibilidad de utilizar vehículos a motor en los tramos que discurren sobre vías pecuarias, estando así debidamente señalizado.

Por ello, el mal uso que de la Ruta Don Quijote puedan realizar algunas personas no puede imputarse a un defectuoso diseño de la misma, la cual cumple, además, con los requisitos de accesibilidad contemplados en la legislación al respecto.

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