Máxima alerta: pinchazos en zonas de ocio. ¿Casos aislados?

Artículo de Opinión de Mario Villamor, técnico de Europe Direct Ciudad Real

Mario Villamor.- 9 de cada 10 mujeres sienten miedo a ser agredidas sexualmente cuando salen de fiesta, según un estudio de la Universidad de Málaga que analiza la perspectiva de género en el ocio nocturno, frente a 3 de cada 10 hombres que se sienten intranquilos al disfrutar del ocio nocturno.

Con el verano parece haber llegado una nueva amenaza para las mujeres (mayoritariamente) en el ocio nocturno en España: las sumisiones químicas, a través de los pinchazos, que consisten en la introducción en el organismo de sustancias depresoras del sistema nervioso central y que potencian la sedación que produce el alcohol, principalmente en las zonas del deltoides y del muslo de la pierna.

Según un informe del Instituto Nacional de Toxicología, en los últimos cinco años, 1 de cada 3 personas que han sufrido algún tipo de agresión sexual dieron positivo en drogas, alcohol, ansiolíticos o fármacos sedantes.

Con origen en Francia, este modus operandi se ha extendido rápidamente por toda Europa y uno de los principales focos donde se registraron estos ataques fue en los Sanfermines de este año, así como en algunos de los múltiples festivales que están teniendo lugar en nuestro país. Se conoce el origen, pero no el fin.

Sin embargo, en Francia casi ninguno de los pinchazos estuvo asociado a agresiones sexuales, pero la elevada proliferación de estos pinchazos devino en una caída de la asistencia del público femenino en las discotecas durante el mes de mayo de este 2022. La Dirección General de Policía registró más de 800 denuncias por pinchazos en el país vecino.

Así, tras el pinchazo, llegarían los primeros síntomas: mareos y somnolencia, vértigos o náuseas, que anularían la voluntad de la víctima. En la gran mayoría de casos, también cabe apuntar, que la cantidad introducida a través de la jeringuilla es insuficiente para doblegar la voluntad de la víctima. Los expertos y las autoridades advierten que, en España, las denuncias no llevan aparejadas agresiones sexuales ni robos, si bien las denuncias presentadas se encuentra bajo investigación: tan solo en un caso de una menor de 13 años en Gijón se encontró éxtasis líquido en el análisis médico. Es decir, de momento no hay sustancias químicas en los pinchazos que permitan sumisión química, según la Policía.

Dada la brevedad de la permanencia de las sustancias en el cuerpo, las autoridades recomiendan acudir a consulta médica a la mayor brevedad de notar alguno de estos pinchazos. Se recomienda comunicarlo al personal de seguridad, autoridades y personas de confianza, evitando quedarnos solos. Además, hemos de tener cuidado frente a posibles infecciones y advertirlo al personal médico, y evitar quitarnos la ropa, por si quedase algún rastro de la sustancia de la jeringuilla que pudiera servir como prueba. A posteriori, se determinará si se transmite alguna enfermedad a través de la misma o si se trataría únicamente de un posible delito de lesiones.

Actualmente, el protocolo de la Generalitat de Cataluña contempla la realización de análisis en sangre y de orina para detectar drogas, así como valorar si activar protocolos por posible exposición al VIH o agresión sexual.

En el ámbito institucional, el Ministerio de Igualdad ha procedido a la firma de un protocolo con Federación de empresarios de ocio y espectáculos para que los locales ofrezcan información y acompañamiento a las víctimas, remarcando la importancia del 091 y del 112 como teléfonos de contacto, y habilitando Puntos Violeta en locales de ocio nocturno. Policía y tejido empresarial no logran encontrar el origen ni esclarecer la autoría de estos pinchazos. Esto motiva que aún no se hayan producido detenciones.

Mario Villamor, técnico de Europe Direct Ciudad Real

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