Manuel Alarcos Vela firmará ejemplares de ‘El Pollito Rojo’ en la Papelería 1000 Colores de Puertollano ubicada en la calle Valdepeñas 19. Será este sábado de 10:00 a 13:00 horas cuando firme su obra el igual que hizo durante la Feria del Libro de Puertollano.
Sinopsis
‘El Pollito Rojo’, apodo o alias, de Manuel Alarcos Vela, es un libro que parte de la premisa de la historia que vivió el autor durante la posguerra.
Es una historia novelada, donde mezcla realidad con ficción, y explica la vida del autor desde su nacimiento, su niñez, su adolescencia, su juventud y su madurez en una España gris, donde la libertad brillaba por su ausencia y las carencias económicas y desigualdades sociales hacían mella en las personas de aquella época.
Un libro que nos acerca a la realidad de la vida en pleno dolor y sufrimiento, donde la comida escaseaba y el miedo, hacía acto de presencia en cada ciudadano.
Todo, marcado por una dictadura impuesta que se fue liberando conforme los derechos y las libertades dañadas por la opresión, fueron instaurándose a través de un proceso democrático, y con ello salvar a España del aislamiento internacional en el que se encontraba.
Una frase que señala este libro : Toda historia que no es comprendida está destinada a repetirse.
Sobre Manuel Alarcos Vela
Manuel Alarcos Vela, alias Pollito Rojo, nació en Campo de Criptana. Vino al mundo en el seno de una familia humilde y vivió los terribles años de la posguerra. Sin formación académica y sin posibilidad de formarse, tuvo que trabajar desde muy niño. Su escuela, la vida misma y el derecho a subsistir.
Este libro está dedicado a los niños de la posguerra, hijos e hijas de republicanos, pastorcillos y gañanes; hijas que ejercían de criadas, sin seguridad social y con callos en las rodillas de fregar…
A nuestra familia la conocían como «pollitos»; rojo me hizo la vida.
A los niños de la posguerra, con cariño les dedico esta poesía:
Niños sin libertad, niños sin amor,
con este libro os entrego mi corazón.
El vestido de aquella época,
manchaba de sangre las heridas,
a una infancia que aún perdura,
en el recuerdo de algunas miradas.
El hambre y la miseria
les hicieron antes de madurar,
y hoy llevan grabado en su alma
las palabras sin miedo y con libertad.
«Anda niño y ve a trabajar
que hoy no tenemos pan que alimentar».
«Anda niña y ve a la fuente a lavar
que la ropa tenemos que conservar».
«Anda madre, anda padre, darme la
mano, y nunca, nunca os dejéis humillar
porque todos somos libres, y nuestra
libertad siempre tenemos que conservar».
-Elísabeth Pérez Canales-