La directora general de Cuidados y Calidad del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Begoña Fernández Valverde, ha destacado hoy el papel fundamental que juegan los profesionales de Enfermería en el seguimiento activo del paciente crónico complejo y en las intervenciones proactivas para mejorar la calidad de vida de estos usuarios y de sus cuidadores.
Asimismo, ha puesto en valor la labor de estos profesionales en la educación para identificar de forma precoz las descompensaciones al paciente y a su cuidador y como enlace entre las unidades de continuidad asistencial y el equipo de Atención Primaria.
Fernández Valverde ha pronunciado hoy la primera conferencia de las 36 jornadas para el Desarrollo y Humanización de la Enfermería San Juan de Dios, en la que ha expuesto el Plan de Atención al Paciente Crónico Complejo que se está desarrollando en Castilla-La Mancha en el marco del Plan de Salud Horizonte 2025.
Un plan, ha señalado, que va a permitir garantizar la visión global y el abordaje integral y longitudinal del paciente con enfermedad crónica en cada una de las fases de la historia natural de su enfermedad.
En este sentido, ha recordado que Castilla-La Mancha se ha dotado de una herramienta fundamental, las Unidades de Continuidad Asistencial (UCAPI), un modelo de asistencia sanitaria cuyo objetivo es proporcionar cuidados centrados en la persona integrando el Equipo de Atención Primaria y el Equipo Multidisciplinar de Continuidad Asistencial.
El sistema sanitario público regional cuenta actualmente con once unidades de este tipo que trabajan para que el paciente crónico complejo acceda a los cuidados más adecuados a sus necesidades y manteniéndolo, siempre que sea posible, en su entorno más cercano.
Tal y como ha señalado la directora general de Cuidados y Calidad, estas unidades han registrado un notable incremento de actividad desde su puesta en marcha. Así, entre el año 2021 y el 2022, las consultas médicas han crecido un 41 por ciento; han realizado más de 6.300 consultas de enfermería y cerca de 3.900 tratamientos y pruebas diagnósticas, habiendo evitado el 91 por ciento de los ingresos.
Fernández Valverde ha detallado que para hacer posible este proceso de atención integrado, a lo largo de los últimos años se han ido implementando una serie de acciones como la estratificación de la población mediante herramientas de agrupación según morbilidad y complejidad con el objetivo de identificar a aquellos pacientes con mayor riesgo de eventos adversos de salud, fragilidad y discapacidad.
Asimismo, se volvió a incorporar a la Historia Clínica Electrónica del paciente el formulario del alta de enfermería y el consiguiente informe de continuidad de cuidados al alta, donde se recoge la información necesaria al alta hospitalaria para la planificación de cuidados en el ámbito extrahospitalario, acorde con el estado de salud y las necesidades del paciente, persona cuidadora y/o familia.
Además, y con el fin de reforzar aún más la continuidad de cuidados, se automatizó el sistema que permite que los pacientes dados de alta hospitalaria sean citados en la agenda de su enfermera de Atención Primaria en 24 horas, facilitando así la comunicación entre ambos equipos y el seguimiento de la evolución de los pacientes.
