La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, agradeció anoche a las cofradías y hermandades sus años de trabajo para mantener la esencia de la Semana Santa de la capital y hacerla cada vez más grande y atractiva.
Olmedo, que asistió en el teatro Quijano a la lectura del pregón a cargo de Jesús Vicente Castillo, recordó que ese esfuerzo es el que, con el impulso, entre otros, del presidente Barreda, llevó a que en 2005 la Semana Santa de Ciudad Real fuera declarada de Interés Turístico Nacional.
La delegada personificó este esfuerzo y entrega a la Semana de Pasión ciudadrealeña en el pregonero, Jesús Vicente Castillo, ejemplo de toda una vida de dedicación desde su hermandad, Pilatos, en la que lo ha sido todo, costalero, capataz y hermano mayor, cargo que también ostentó su padre.
Para Olmedo, Jesús Vicente Castillo encarna el amor por nuestras tradiciones que el Gobierno de Castilla-La Mancha apoya de forma decidida con presencia institucional y también con ayudas económicas para sufragar la restauración de nuestro patrimonio religioso.
A este respecto, la delegada dio a conocer que en breve el Gobierno regional concederá una subvención a la hermandad de la Santa Cena para restaurar su magnífico grupo escultórico, obra de Faustino Sanz Herranz.