Los niveles de ozono aumentaron, aunque los de dióxido de azufre, cuya procedencia es fundamentalmente la actividad industrial, se redujeron

La comarca de Puertollano siguió respirando aire contaminado en 2021 (pero menos), según el informe de Ecologistas en Acción

Pese a la pandemia, toda la población castellanomanchega volvió a respirar aire insalubre en 2021. Esa es la principal conclusión del informe estatal de calidad del aire elaborado por Ecologistas en Acción con los datos recogidos en 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 29 situadas en Castilla-La Mancha. “Como en 2020, la reducción de la movilidad por la crisis de la COVID–19 ha provocado una mejora general sin precedentes de la calidad del aire. No obstante, los dos millones de castellanomanchegos han seguido respirando aire contaminado”, apunta la organización ecologista.

Según Ecologistas en Acción, “el cuadro general que presenta Castilla-La Mancha es el de dos zonas con una elevada contaminación: una situada al norte, caracterizada por contener una gran actividad industrial y un elevado número de kilómetros de carreteras y autovías con una gran intensidad de tráfico (y en cuyo interior existen importantes núcleos de población como Guadalajara, Toledo, Azuqueca de Henares y Talavera de la Reina), y otra al sur delimitada por el área industrial de la comarca de Puertollano. La contaminación emitida desde ambas zonas y desde la Comunidad de Madrid se extiende, además, por el resto del territorio en la forma de ozono troposférico, afectando a lugares alejados de estos focos de emisión, como por ejemplo las zonas rurales del interior”.

Tras cuatro décadas de regulación legal en España, insiste el informe, “los contaminantes clásicos (partículas, NO2 y SO2) siguieron afectando a la práctica totalidad de la población española (el 97,9%), destacando las principales ciudades o algunas zonas industriales como Avilés, la Bahía de Algeciras (Cádiz), Huelva, el Camp de Tarragona, el Valle de Escombreras (Murcia) o Puertollano”.

Tal y como se refleja en este estudio, a lo largo de junio, julio y agosto de 2021 “se produjeron varios episodios de ozono, aunque mucho menos intensos y generalizados que en los últimos años, con un total de 65 superaciones del umbral de información establecido por la normativa, la cifra más baja después de la del año 2020 desde que existen registros sistemáticos de ozono, en los inicios de la década de 1990”. Estos tuvieron lugar en el Corredor del Henares y la zona Urbana Sur de Madrid, la zona Norte de Toledo, el Camp de Tarragona, la Plana de Vic (Barcelona) y las Comarques de Girona, Canarias, la aglomeración de Málaga, la zona industrial de Huelva, La Vall d’Uixó (Castellón) y la comarca de Puertollano, aquí distribuidas a lo largo de todo el año.

De manera puntual, el ozono solo ha aumentado en Castilla-La Mancha en las estaciones urbanas de Talavera de la Reina (Toledo) y Calle Ancha (Puertollano) y en las estaciones industriales de Mestanza y El Villar, pertenecientes a la red de la refinería de Repsol en Puertollano, probablemente por “la fuerte disminución en las vías urbanas citadas del monóxido de nitrógeno (NO), contaminante que destruye el ozono, derivada de la menor movilidad motorizada durante el segundo estado de alarma y meses estivales posteriores. Si bien en el caso de Puertollano también pueden haber influido las emisiones de compuestos orgánicos volátiles del polo químico de la ciudad”, indica el informe.

En todo caso, un tercio de las estaciones que miden este contaminante ha registrado superaciones de la guía OMS en más de 75 días. “Es decir, que si les se aplicara el mismo criterio establecido en la normativa para evaluar este contaminante (un máximo de 75 superaciones del objetivo legal en tres años), solo en 2021 buena parte de las estaciones castellanomanchegas habrían sobrepasado todas las superaciones admisibles durante tres años”, explica la organización ecologista.

Para Ecologistas en Acción, “la estación industrial de Mestanza en la comarca de Puertollano ha tenido la peor situación, con 120 días de mala calidad del aire. Y todas las estaciones superaron muy holgadamente la nueva guía estival establecida por la OMS (60 μg/m3), mostrando la persistencia de esta contaminación entre abril y septiembre. En lo que respecta al más laxo valor objetivo establecido por la normativa, tres estaciones registraron unas superaciones promedio anuales superiores a las 25 permitidas, en el trienio 2019-2021, mejorando sustancialmente la situación respecto a trienios anteriores. Los incumplimientos legales se han producido en las estaciones Mestanza (Ciudad Real), Añover y Talavera de la Reina (Toledo), en la comarca de Puertollano y el Norte de Toledo, con respectivamente 38, 34 y 29 días de superación”.

Por otro lado, las estaciones Alameda, Castillejo, Illescas, Talavera de la Reina y Toledo en el Norte de Toledo y Argamasilla, Barriada 630 y Calle Ancha en la comarca de Puertollano sufrieron 17 superaciones del umbral de información a la población, en diversos episodios de alta contaminación, frente a los que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha “se limitó a difundir un aviso rutinario”. Se trata, a juicio de Ecologistas en Acción, de “un repunte significativo del número de superaciones de dicho umbral en la última década, superando las registradas en 2016 o 2020”.

Diez estaciones superaron, además, el objetivo legal para la protección de la vegetación establecido para el ozono durante el quinquenio 2017-2021, repartidas por Aglomeración de Guadalajara, Oeste de Castilla-La Mancha, Norte de Toledo y comarca de Puertollano, situándose en 2021 casi todos los medidores “por encima del objetivo a largo plazo, por lo que puede concluirse que la totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de Castilla-La Mancha estuvieron expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación”, se detalla.

En lo que respecta al dióxido de azufre (SO2), cuya procedencia es fundamentalmente la actividad industrial, redujo su presencia de forma muy importante en la comarca de Puertollano, en buena medida “por el aumento del valor diario recomendado por la OMS, de 20 a 40 μg/m³”, Así, solo la estación campo de fútbol registró una superación de este valor y otra del valor límite horario, cuando en años anteriores se llegaba a exceder hasta el umbral de alerta, tal y como se matiza en este informe.

Como consecuencia, y pese a la significativa mejora de la calidad del aire por efecto de las medidas de lucha contra la COVID-19, “toda la población de Castilla-La Mancha siguió respirando en 2021 un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, siendo 650.000 los castellanomanchegos (el 32% de la población) que viven en las dos zonas donde alguna estación de medición superó los límites legales de partículas PM10 y ozono (Norte de Toledo y comarca de Puertollano), mientras que la totalidad del territorio regional estuvo expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación”.

Hasta la fecha, la Junta de Castilla-La Mancha, recuerda Ecologistas en Acción, Castilla-La Mancha “no ha aprobado ningún plan de mejora de la calidad del aire referido a las superaciones de los valores objetivo legales de ozono para la protección de la salud y/o de la vegetación en todas las zonas de la Comunidad, acumulando más de una década de incumplimiento de la legislación ambiental en esta materia”. Tampoco se cuenta, añade, “con ningún plan de acción a corto plazo para hacer frente a los episodios de ozono en la Comarca de Puertollano, recurrentes en los últimos años”.

Ecologistas en Acción ha solicitado formalmente al Gobierno regional en cuatro ocasiones la adopción urgente de estos planes en las zonas afectadas, “sin recibir respuesta”. Así, los programas de reducción de partículas PM10 y SO2 en Puertollano aprobados en 2010 “no han llegado a cumplir plenamente sus objetivos, a la vista de la situación en 2021”, finaliza.