Este viernes, el Centro de Arte Carmen Arias acogió la inauguración de la exposición solidaria ‘Artesanía de México y Perú’, que organiza desde hace 16 años la Fundación Coprodeli a través del grupo de misiones de la Parroquia de Socuéllamos, con la colaboración de la Concejalía de Cultura. La voluntaria de Coprodeli Emi Munera, responsable de la exposición, recordó el objetivo de sensibilizar a la población que tiene esta muestra. “Agradezco a todo el pueblo de Socuéllamos el apoyo que nos ha brindado durante todos estos años. Queremos seguir trabajando para sensibilizar a la sociedad de mostrar nuestra solidaridad con los países más necesitados”, señaló.
La concejala de Educación y Cultura, Mari carmen Toledo, felicitó al grupo de misiones de la parroquia por el trabajo realizado y destacó la necesidad de concienciar a la sociedad sobre la situación que atraviesan los niños de estos países. La edil afirmó que “esta exposición contribuye a conocer la riqueza cultural de estos países a través de objetos artesanales. Los beneficios que se obtengan en esta exposición irán destinados fundamentalmente a programas de educación entre la población infantil y desde el Ayuntamiento animamos a todos los ciudadanos a que colaboren”.
El alcalde, Sebastián García, que fue el encargado de inaugurar la muestra, agradeció el trabajo realizado por los voluntarios y deseó que la exposición fuera muy visitada durante la Navidad. “Animo a todos a que visiten la exposición y contribuyan, ya que pueden adquirir un bonito detalle para los amigos y familia, y de esta forma están ayudando a personas que lo están pasando mal. Son momentos difíciles para todos, pero en estos países, además de no haber trabajo, no hay casas, centros médicos o escuelas”.
Esta exposición, en la que los visitantes pueden adquirir las piezas de artesanía que deseen a un módico precio, estará abierta durante toda la Navidad en horario de tarde, y los domingos por la mañana. Los fondos recaudados son destinados al programa de niños en situación de alto riesgo en países sudamericanos, que no tienen hogar donde vivir. Gracias a este programa, unos 800 menores reciben diariamente alimentación, educación, vestido, atención psicológica y seguimiento familiar.