En el Museo Nacional del Prado

Exposición 'Herrera 'el Mozo’ y el Barroco total'

Uno de los artistas más singulares e innovadores del Barroco en España

Exposición dedicada a Plácido Arango, que fue presidente del Real Patronato del Museo del Prado

Por José Belló Aliaga

Uno de los artistas más singulares e innovadores del Barroco en España Herrera 'el Mozo' se suma a la primavera barroca del Museo Nacional del Prado. A pesar de destacar en su tiempo como pintor, dibujante, grabador, arquitecto, escenógrafo e ingeniero y ser objeto de envidia por parte de sus contemporáneos, Francisco de Herrera 'el Mozo’ es un artista poco reivindicado por la historiografía y desconocido en muchos aspectos.

Con “Herrera ‘el Mozo’ y el Barroco total”, que permanecerá en la sala C del edificio Jerónimos hasta el 30 de julio gracias al patrocinio de la Fundación Amigos del Museo del Prado y la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, el Museo Nacional del Prado recupera una figura fundamental que ejemplifica la personalidad poliédrica del Barroco total poniendo de relieve, a través de más de 70 obras, su estancia en Italia, sus dotes como pintor de grandes frescos, la influencia de su formación en Sevilla con su padre y su relación con Murillo, así como su faceta de dibujante e introductor del estípite en la retablística hispánica.

Una de las obras más singulares de esta exposición es el manuscrito Los celos hacen estrellas de Juan Vélez de Guevara, iluminado con las escenografías de Herrera ‘el Mozo’, un testimonio único que se exhibe por primera vez en Madrid gracias al préstamo excepcional de la Österreichische Nationalbibliothek de Viena. Esta zarzuela, la más antigua cuya música se conserva, se repondrá en exclusiva mundial en el auditorio del Museo gracias a la generosidad de la Fundación de los Amigos del Museo del Prado.

Casi el 90% de las pinturas que figuran en la muestra han sido restauradas para la ocasión, algunas de ellas literalmente rescatadas, y son numerosas las que abandonan por primera vez las iglesias para las que fueron pintadas.

La exposición

“Puede afirmarse sin temor a exagerar que de esta exposición emerge un Herrera ‘el Mozo’ totalmente novedoso” afirma Miguel Falomir, Director del Museo Nacional del Prado, y es que, esta exposición, comisariada por Benito Navarrete, Catedrático de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, permite mostrar al público reunidas las múltiples facetas que hacen de él un artista integral: pintor, dibujante, grabador, escenógrafo, arquitecto inventivo y diseñador.

En esta exposición monográfica que por primera vez le dedica el Museo del Prado, gracias a la generosidad de los préstamos de instituciones públicas y privadas internacionales, es una oportunidad única para valorar el arte de Herrera ‘el Mozo’ y comprobar lo mucho que le deben los pintores de su propia generación, como Juan Carreño de Miranda y Francisco Rizi, y lo notorio que fue su legado, no solo como pintor o dibujante, sino también como “arquitecto inventivo”, una faceta esencial para entender su verdadera dimensión y el alcance de su obra.

En ella se pone de relieve lo decisiva que fue su estancia en Italia con nuevas obras que reconstruyen su personalidad gráfica enmascarada y confundida en un grupo de dibujos atribuidos a Pier Francesco Cittadini conservados en el Louvre, Nationalmuseum de Estocolmo y Museo Getty de los Ángeles y que ha sido clave para reconstruir su periodo romano del que nada se sabía. Se subraya también la fama por sus extraordinarias dotes como pintor de grandes composiciones al fresco, la influencia de su formación en Sevilla con su padre, Francisco de Herrera “el Viejo”, y su relación controvertida con Bartolomé Esteban Murillo, al que desplazó en algún importante encargo, así como su faceta de dibujante e introductor del estípite en la retablística hispánica.

Lo más importante de su producción

“Herrera ‘el Mozo’ y el Barroco total” reúne en el Prado lo más importante de su producción, El Triunfo del Sacramento de la Eucaristía prestado por la Archicofradía Sacramental del Sagrario de Sevilla, el Sueño de San José de la iglesia de Aldeavieja de Ávila que ha significado literalmente la resurrección de esta pintura, como igualmente ha ocurrido con el Cristo camino del calvario prestado por el Museo Cerralbo por vez primera de un formato enorme y que ardió en 1872 cuando estaba en la iglesia del Antiguo Colegio de Santo Tomás y que se ha restaurado ahora completamente devolviéndolo a su esplendor. Entre las novedades destaca la atribución del Vendedor de Pescado de la National Gallery de Canadá en Ottawa gracias a los estudios técnicos compatibles con los del Triunfo de San Hermenegildo y ser una de las pinturas que le dio fama a Herrera en Roma en fechas cercanas a 1650 al ser conocido como Il Spagnolo degli Pexe (el español de los peces).

También se ha identificado en el British Museum de Londres el dibujo que regaló el propio Herrera al tribunal de la Inquisición de Sevilla y que sirvió para el Auto de Fe celebrado en la plaza de San Francisco en abril de 1660 y que estaba atribuido a Velázquez e identificado como un Auto de fe en la Plaza Mayor de Madrid. Este dibujo que ahora se expone está citado en un contrato donde se califica a Herrera en 1660 -y viviendo Murillo- como el pintor de más fama de Sevilla

Además, la exposición y la investigación llevada a cabo durante más de cuatro años, ha servido para estudiar los fondos del propio museo y atribuir con seguridad el llamado General de Artillería a Herrera, antes atribuido a Francisco Rizi, e identificarlo con el General de Artillería en Nápoles y Caballero de Calatrava don Diego Quiroga Fajardo, que ahora sabemos gracias a los estudios técnicos del Museo que fue pintado en el mismo rollo de tela que el San Pedro perteneciente al conjunto de los Agustinos Recoletos de Madrid. Por tanto, la exposición ha constituido una ocasión excepcional para estudiar las colecciones del propio Museo del Prado al haberse restaurado, con el apoyo de la Fundación Iberdrola España, el conjunto de pinturas de Herrera que estuvieron encastradas en la cúpula de la citada iglesia de los Agustinos Recoletos de Madrid, lugar que hoy ocupa la Biblioteca Nacional.

Exposición dedicada a Plácido Arango

Desgraciadamente, nada ha llegado de su importante faceta como fresquista, pero fue por su dedicación a la pintura mural, la que le otorgó el mayor prestigio y le abrió las puertas a grandes oportunidades de trabajo que culminarían con su nombramiento como pintor del rey y maestro mayor de Obras Reales.

El Museo Nacional del Prado ha querido dedicar esta exposición a Plácido Arango, que fue presidente de su Real Patronato y apasionado amante del arte cuyo pintor favorito fue, precisamente, Herrera ‘el Mozo’, autor del que donó a la institución el espléndido Sueño de san José que figura en esta exposición.

Catálogo

Francisco de Herrera ‘el Mozo’ (Sevilla, 1627-Madrid, 1685), hijo de Francisco de Herrera ‘el Viejo’, con el que se formó durante sus primeros años en su ciudad natal, es uno de los artistas más representativos del Barroco español. Su gran versatilidad plástica, que desplegó en diversos campos, como el dibujo, el grabado, la pintura al óleo y al fresco, la escenografía, la arquitectura y la ingeniería, nos lleva a referirnos a él como artista total.

Gozó en vida de enorme fama por el carácter singular e innovador de su obra, cuya calidad indudable le llevó a alcanzar los puestos de pintor del rey y maestro mayor de Obras Reales, pero también a despertar tanto la admiración como la envidia de sus contemporáneos. Sin embargo, su fuerte carácter, la incomprensión de la crítica ilustrada y el hecho de que parte de su obra se haya conservado en mal estado o de que ni siquiera haya llegado a nuestros días –como su pintura mural–, han contribuido al escaso conocimiento de su figura en el presente.

Este catálogo, editado por Benito Navarrete Prieto, pretende solventar esta laguna mediante la presentación al público de lo más importante de su producción artística. Esta ha sido restaurada en buena parte tras un cuidadoso proceso de investigación, que ha culminado en el hallazgo de datos que han contribuido al mejor conocimiento de su biografía y su obra, y en particular de su corpus gráfico. Así, se consolida la hipótesis de su estancia en Roma, tras documentarse en inventarios de reconocidos coleccionistas romanos varios de los bodegones de peces que pintó allí y que le valieron el sobrenombre de «il Spagnolo de gli pexe». La influencia decisiva de este viaje de formación queda de manifiesto en la audacia de su producción posterior, visible en pinturas tan señaladas como El triunfo de san Hermenegildo, obra cumbre del Barroco hispano.

José Belló Aliaga

El triunfo de san Hermenegildo. Francisco de Herrera el Mozo .Óleo sobre lienzo, 1654 .Madrid, Museo Nacional del Prado

Vendedor de pescado. Francisco de Herrera el Mozo .Óleo sobre lienzo h. 1650 Ottawa, National Gallery of Canada

El triunfo del sacramento de la Eucaristía (antes de la restauración) .Francisco de Herrera el Mozo. Óleo sobre lienzo, 1656 Sevilla, Archicofradía Sacramental del Sagrario de la S. I. Catedral de Sevilla

El triunfo del sacramento de la Eucaristía (después de la restauración). Francisco de Herrera el Mozo .Óleo sobre lienzo ,1656 Sevilla, Archicofradía Sacramental del Sagrario de la S. I. Catedral de Sevilla

El sueño de san José (antes de la restauración). Francisco de Herrera el Mozo .Óleo sobre lienzo, 1662 Aldeavieja (Ávila), parroquia de San Sebastián

El sueño de san José (después de la restauración) .Francisco de Herrera el Mozo .Óleo sobre lienzo ,1662 Aldeavieja (Ávila), parroquia de San Sebastián

Cristo camino del Calvario (antes de la restauración) .Francisco de Herrera el Mozo .Óleo sobre lienzo, h. 1676-77 Madrid, Museo Cerralbo

Cristo camino del Calvario (después de la restauración) Francisco de Herrera el Mozo Óleo sobre lienzo h. 1676-77 Madrid, Museo Cerralbo

(1)Imagen de las salas de la exposición Herrera el Mozo y el Barroco total

(2)Imagen de las salas de la exposición Herrera el Mozo y el Barroco total