España exige regeneración política

Artículo de Opinión de Jesús Antonio Rodríguez Morilla

Jesús Antonio Rodríguez Morilla.- El ya famoso 17 de febrero tuve una llamada de un director de uno de los medios de comunicación con los que colaboro como columnista, solicitando que estuviera atento a una rueda de prensa que ofrecería García Egea desde la sede del PP, y que remitiese la correspondiente columna.


Los detalles de lo sucedido en este lío monumental, así como todo lo que le circunda, quedan omitidos por ser sobradamente conocidos.


La impresión inicial después del análisis correspondiente, y así lo hice constar por adelantado textualmente en mi artículo, fue: 'La cabeza del señor Casado huele a pólvora', anticipo de la metástasis y del pánico político que se produciría en el PP, avalado por un texto algo incómodo de publicar, lo cual agradezco infinito, al igual que a los opuestos a dicha publicación, el respeto debido a la responsabilidad del editor.


Naturalmente, la frase no tenía ningún sentido peyorativo, ya que tengo por costumbre la debida consideración, utilizando cuando resulta entendible y factible con mis lectores a los que me debo, un oportuno lenguaje coloquial y sencillo.


Aludí, también que nadie en su sano juicio debería alarmarse por un contrato de material sanitario de tres al cuarto, cuando otros abundan por valor de miles de millones de euros dada la larga época pandémica y con la esperanza de que salgan a la luz mediante intervenciones de fiscalías y Tribunales de Cuentas.
¿Y qué me dicen de los sobrecostes de las Obras Públicas? Otro desagüe para el dinero público.


Pero el colmo del éxtasis teresiano traducido a la política se produce cuando aquellos a los que pudiera perjudicarles la abstención, solicitan al electorado que acuda en masa a las urnas a salvarles.
Y se trata de una pregunta ¿existe alguna otra fórmula distinta de la abstención para expresar los desacuerdos que implican los partidos políticos, como es interpretar como voto de castigo al 'mal gestor' no votándole.


Habría que observar ciertos rostros si se produjera entre un 50-60% de abstención, y que conste que no se trata de ningún efecto llamada, sino algo de ciencia-ficción.


Finalmente, significar que he escrito cientos de artículos, la mayoría de ellos sobre los políticos, declarándome agnóstico de los mismos, y con mayor énfasis hacia el actual social-comunista, al cual no se comprende ni en España ni en el resto de Europa.


Hemos escrito a menudo que este país comenzaría a levantar la cabeza, con un simple atisbo multiplicador de regeneración política, que contagie, pero desgraciadamente ello no es el ómicron, no existe hipertransmisibilidad, y a este septuagenario que ansía a su país, no le queda más remedio cuando le visite la Dama del Alba, caer en sus brazos con las botas puestas.

Jesús Antonio Rodríguez Morilla

Doctor en Derecho (Cum Laude)

Diplomado en Estudios Avanzados de la UE

Caballero de Mérito por Real Orden Noruega

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