Falleció el pasado 22 de enero en Córdoba

En memoria de Ángel Rodilla 'Angelín', el último gran icono taurino de Puertollano

Por Julián Gómez

Puertollano, y más concretamente la barriada Asdrúbal ha perdido recientemente a una de sus mayores figuras del toreo y con esta publicación pretendemos dar la relevancia que merece a este verdadero icono taurino de nuestra comarca cuya vida, obra y muerte no merecen pasar desapercibidos. Ángel Rodilla Delgado 'Angelín' falleció en Córdoba, el pasado 22 de enero de 2023 y fue despedido con una fuerte ovación por multitud de compañeros de profesión, aficionados y amigos, a la salida del coche fúnebre, oficiado el funeral en la iglesia cordobesa de San Nicolás de la Villa, donde acompañaron a sus familiares.

De Asdrúbal a Córdoba

Angelín nació en la barriada de Mina Asdrúbal pero ya a los doce años decidió estudiar en Córdoba, después de visitar a unos tíos suyos que residían allí, pero su verdadera intención era ser torero por lo que se quedó en esta ciudad.

Según explica el crítico taurino Domingo Echevarría en El Callejón, Córdoba: “Ingresó en la Escuela taurina del Frente de Juventudes de Córdoba, en la calle Adarve, muy próxima a la torera Santa Marina, donde afianzó su ilusión de ser torero” con sus comienzos allá por el año 1961 en las capeas que organizaba dicha Escuela fueron sus comienzos.

El 11 de febrero de 1962, con solo 14 años, regresa a Puertollano para torear en un festival taurino organizado por el Club Taurino dela localidad, a beneficio de la Cruz Roja y en homenaje al heroico camillero, Justo Buitrago Pelayo, fallecido en acto de servicio en uno de los habituales desbordamientos del Rio Ojailén en la barriada de ese mismo nombre. Angelín compartió cartel con Victoriano de la Serna, junto al también puertollanense Modesto Prado, Antonio García Galán, José Ignacio de la Serna y El Popi.

Tras este evento el Diario Lanza afirmaba “torea con salero y garbo, mueve con inteligencia, reposo y gracia la muleta y a la hora de matar, es certero con el estoque. En definitiva, según la crítica, tiene madera para llegar a destacar”. Por su parte, la prensa cordobesa destacó sus cualidades “manejando las telas y en la suerte suprema”.

Su carrera taurina había comenzado con buen pie y el 15 de agosto de 1964, apoderado ya por Paco Ávalos, actúa en la localidad jienense de Cazorla en un mano a mano con «Carnicerito de Úbeda» donde corta dos orejas y “aquel triunfo le abrió las puertas de otras plazas de aquel entorno taurino ya que tan solo con tres festejos sin caballos hace que los taurinos se ocupen de él, no en la dimensión de una figura, pero sí comentando favorablemente su toreo”.

Debut en Córdoba

Se presentó en Córdoba sin picadores, el 4 de octubre de 1964, junto a Paquito Asensio y Rafael Poyato, y ese día dio una triunfal vuelta al ruedo dando paso a otras muchas corridas en plazas de toros de Córdoba, Montoro, Villanueva de Córdoba o Priego. Pero en la del día, 8 de agosto de 1965, tuvo su primera cogida al entrar a matar con un puntazo en el muslo derecho de pronóstico reservado.

El 10 de septiembre de 1.967 llegaría su debut con picadores en el coso de Los Califas (Córdoba), junto a Florencio Casado El Hencho y Pepín Fernández. Domingo Echevarría comenta al respecto: “No tuvo suerte, Angelín, con su lote. El primero se le cayó en repetidas ocasiones, no dejándole administrar muletazos con ligazón. El público le reconoció su voluntad y le ovacionó. Su segundo, de Núñez Hermanos, salió bronco y con peligro. Los acosones de la res se lo pusieron complicado y tras varios intentos con la espada, se silenció la labor”.

Torero de plata

Angelín siguió toreando, sobre todo en Francia, y el 15 de agosto de 1966, en Arles sufrió su primer percance grave por lo que decide dejarlo como espada y, en aquellos tiempos en los que no abundaban los banderilleros, tras una llamada de «Calatraveño» decide debutar de plata “y se animó de nuevo, dado que, como manifestó en varias ocasiones, lo suyo era el capote, fundamental para un subalterno” añade Echevarría.

Así llegó a estar en las cuadrillas de grandes toreros de su tiempo como el alamillero Paco Alcalde, Agustín Parra «Parrita», Curro Vázquez, Paco Ojeda, Rafi Camino, «Litri» y con Enrique Ponce.

El crítico taurino, Domingo Echevarría, resume así su carrera: ”Treinta y tres años de profesional, durante los cuales, sus cien actuaciones en Madrid (19 en una sola temporada), lo avalan como gran profesional. Así como sus actuaciones en la Plaza «El Toreo» de México, en la Monumental, en el Palacio de Deportes que se habilitó como plaza de toros, en Perú y en casi todas las plazas de España y Francia.

Para él, su mejor tarde fue en «las Ventas» la despedida de «Antoñete». Iba a las órdenes de Curro Vázquez y cuajó una excelente tarde, hasta tal punto que, el maestro de Camas, Paco Camino lo vio y lo llamó para reclutarlo en la cuadrilla de su hijo Rafi, que comenzaba de novillero, y con él permaneció muchos años”.

Siempre estuvo vinculado con los toros y en la última etapa de su vida trabajó en el proyecto de la Escuela Taurina de Ciudad Real y finalmente como asesor Taurino de la plaza de toros de Ciudad Real.

También fue premiado en muchas ocasiones por su buen quehacer como subalterno. Entre otros galardones se hizo acreedor del trofeo a la mejor brega, en 1973 en Ciudad Real. El Círculo Taurino de Córdoba, le premió en la Feria de 1981 y en Nimes en el año 1986.

Descansa en paz, amigo y maestro.

Julián Gómez

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