María Gracia Raya García.- Otra fatídica mañana la del pasado jueves. El primer árbol de la calle Ancha sucumbió sin miramientos a la motosierra el lunes pasado y le han seguido otros muchos.
Hasta la fecha seguimos sin noticias de la reunión que teníamos solicitada con el alcalde ya hace una semana, por lo que entendemos que o bien el tema se ha convertido en una incomodidad que no sabe cómo lidiar, o bien el Consistorio es insensible a la voz de sus ciudadanos y, lejos de darle sus derechos, va a seguir con sus planes llueva o haga sol. Aquí ya no prima el ciudadano, sino unos intereses políticos de por medio y la lucha por colgarse medallas de cara a unas elecciones en ciernes.
Probablemente aleguen que el proyecto se exhibió en su día y que hubo tiempo para hacer reclamaciones, pero cabe preguntarse si se le dio la suficiente difusión y si realmente los ciudadanos eran conscientes de la magnitud de la remodelación. ¿Representan realmente 600 firmas al resto de los ciudadanos? A toda vista se ha economizado la verdad y se han limitado a emitir notas de prensa que son fácilmente desmontables.
Se ha publicado a bombo y platillo que se plantarán 800 nuevos árboles por la ciudad y, personalmente, me asalta la duda de que, si en la actualidad no pueden mantener adecuadamente el patrimonio arbóreo existente, cómo van a encargarse de 800 más. Las rotondas de acceso a Puertollano en la avenida de Ciudad Real están dejadas de la mano de Dios, presentando un lamentable aspecto de dejadez, al igual que otras zonas ajardinadas.
También resulta peculiar que se hable insistentemente del impacto ambiental de algunos árboles en la salud ciudadana, cuando estos solo representan un 25% y solo tienen impacto entre marzo y mayo, comparado con otras afecciones causadas por la contaminación inaceptable de Puertollano. Me pregunto dónde está ese informe pendiente de realizar al respecto. Es un hecho ineludible que estamos entre las diez ciudades de España con un índice de casos de cáncer alarmante pero parece que las obras faraónicas priman en este caso.
Resulta de desfachatez infinita adherirse a alianzas medioambientales con el eslogan de 'Poblemos de árboles a Europa', cuando se están contraviniendo las directrices europeas en esta materia en sostenibilidad y a la hora preservar la masa arbórea existente.
Ante esta tragedia, ya en parte consumada, cabe preguntar si el departamento correspondiente de la concesión de Fondos FEDER es realmente consciente del destino de estos fondos van a proyectos descabellados como este.
María Gracia Raya García
