Casimiro Sánchez Calderón.- El alcohol sobrevuela tanto como el calor estos días por todas las fiestas.
A raíz de cómo ha quedado la plaza de un pequeño pueblo cerca de Puertollano después de la fiesta y comparándolo a cómo se celebraba la misma fiesta hace 50 años en el mismo lugar, no tengo más remedio de escribir esto.
La única fiesta relacionada con la Virgen o la tradición local en la que no se consume alcohol es el Santo Voto de Puertollano, ¡ya hace unos pocos siglos!
Hay ceremonias religiosas, sin tantos vítores y exageraciones, se reparte a toda la población un panecillo, guiso de carne, con más carne que patatas, la carne de las mejores terneras de la comarca y las patatas ecológicas, y no se consume ni una sola gota de alcohol, a diferencia de otros lugares donde los responsables dicen públicamente que a los niños desde que nacen se les condiciona para que participen en una fiesta con alcohol.
Y es que hay diferencias, Puertollano es una ciudad donde la lucha obrera y la lucha por la ciencia han sido una bandera de las clases trabajadoras que, por cierto, no habían ido a la escuela como estos que estos días se ponen hasta la coronilla de alcohol, ni tampoco, por decisión de los políticos, tienen universidad que es donde se sabe que el alcohol puede producir metilaciones, silenciamiento de genes.
Que los que siembran, cuidan las parras y recogen las uvas defiendan el alcohol tiene justificación; que los que transforman las uvas en vino defiendan el alcohol y pretendan venderlo en las ferias del vino, tiene justificación; que los políticos subvencionemos fiestas donde haya alcohol o financiemos ferias del vino, no tiene ninguna justificación.
Pero es lógico que donde no hay cultura haya vino.
Una pasada por la cultura de Puertollano no le vendría mal a más de uno.
Casimiro Sánchez Calderón, exalcalde de Puertollano y presidente de honor del Partído Ibérico ‘Íber’
¿Y?