Ya hay sentencia para el profesor de Puertollano acusado de abusar sexualmente de cinco menores. La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a cuatro años y medios de prisión a C.A.L. por varios delitos de corrupción de menores, abuso sexual a menores, delito continuado de abuso sexual a menores y delito contra la libertad sexual. Además, se le impone la prohibición de aproximarse a ellos a menos de 200 metros así como de comunicarse por cualquier medio durante tres años. También hay una multa económica de 21 meses con una cuota diaria de seis euros, además del pago de las costas judiciales.
Aunque inicialmente el fiscal solicitaba doce años y medio para el acusado, la defensa ha aceptado esta pena de cuatro años y medio de prisión además de otras prohibiciones. En la sentencia se recoge que ya que la pena solicitada no es superior a seis meses y dada la conformidad presentada por la defensa, se dicta sentencia "mutuamente aceptada". Ante esta sentencia se podrá interponer Recurso de Apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, previa su preparación ante esta Audiencia, por medio de escrito autorizado con firma de Letrado y Procurador, en el plazo de diez días.
Hechos
Se trata de cinco menores que cursaban estudios en institutos de Secundaria de Puertollano donde ejercía su labor de profesor el acusado o donde ya había estado. Según relata el escrito de la fiscalía, en una de esas visitas, en 2019, el acusado, con iniciales C. A. L., era conocedor de que los menores tenían quince y 16 años ya que les preguntó su edad. Con ánimo de “satisfacer su apetito sexual”, comenzó a hacerle “tocamientos en su pene dándole besos en la comisura de la boca, y al otro, tocamientos en la espalda bajando al trasero durante dos o tres minutos”.
Del escrito también se recoge que este profesor habría ofrecido 150 euros por una relación sexual completa y 50 euros por una felación, además de pedir fotos de su pene. Ya en 2020, el acusado invitó a su domicilio a varios menores, también conociendo la edad y realizando “tocamientos en el cuello, dándole besos e intentando tocar sus genitales, no lográndolo al quitarse el menor”. En todos los encuentros con menores el acusado ofrecía diferentes cantidades de dinero para que “les mostraran su culo o por realizarle bailes de carácter sexual vestidos o en ropa interior”.
