El PP critica que en la oficina de la Seguridad Social de Puertollano se atienda "en la calle" y lo haga un "guarda de seguridad"

El Partido Popular de Puertollano lamenta que la oficina de la Seguridad Social de Puertollano “atiende en la calle por medio de su guarda de seguridad e invita a llamar a las siete de la mañana a un teléfono de Madrid para ver si hay suerte”. Los populares critican que “da igual que vayas a pedir la baja por maternidad o quieras cita para el certificado digital, olvídate de ser atendido con diligencia”.

En un comunicado cuestionan las medidas del Gobierno en cuanto al Ingreso Mínimo vital, el cual ha pagado los retrasos “de una tacada, a 25 días de las elecciones locales y regionales”.

Comunicado completo

El gobierno pone algunas de sus cuentas pendientes al día. Al fin el gobierno paga los atrasos del Ingreso Mínimo Vital. Lo hace de una tacada, y a 25 días de las elecciones locales y regionales.

Qué buena medida ésta, que nos convierte en una sociedad más solidaria y más justa. Con esta medida el gobierno trata de paliar la precariedad laboral, las pensiones insuficientes, el aplazamiento del proyecto de vida de los jóvenes o mujeres, fruto de su ineficacia. No lleva a cabo políticas que originen oportunidades, emprendimiento y riqueza, y se ve forzado a consolar a 24.500 hogares en nuestra región.

Además, el Ingreso Mínimo Vital se sube un 15%, para que quienes lo reciben, no pierdan nivel adquisitivo, dada la inflación salvaje de este año.  También la Seguridad Social les pone a su disposición un autobús sin cita previa para que no pierdan la oportunidad de solicitar la ayuda.

La primera cuestión que podemos destacar de esta política es, que contrasta el  trato dado al perceptor del Ingreso Mínimo, con el dispensado a quien tiene una nómina, que no disfruta ni de una bajada de impuestos del 15%, ni de una subida salarial del 15%. La clase media se empobrece por la voraz inflación. Y es que el dinero llega hasta donde llega.

La segunda cuestión es, la diferencia en el trato ofrecido al perceptor del ingreso mínimo, que no tiene que pasar por el suplicio de la cita previa, y el dispensado a quien trabaja a diario: la Seguridad Social en Puertollano atiende en la calle por medio de su guarda de seguridad y le invita a llamar a las 7 de la mañana a un teléfono de Madrid para ver si hay suerte, porque de manera abierta reconoce que por internet es prácticamente imposible. Da igual que vayas a pedir la baja por maternidad o que quieras pedir cita para obtener el certificado digital. Olvídate de ser atendido con diligencia in situ. Así es como día tras día los miembros de la clase media se van en silencio, incrédulos o decepcionados.

La tercera es, que por fin el gobierno determina el dinero que nos hace falta para vivir. Y aquí viene la pregunta que nosotros lanzamos al trabajador. No preguntaremos cuánto es el dinero mínimo con el que puede vivir. Ni siquiera, cuánto pediría por su tiempo de ocio, sino, ¿cuánto valemos para un gobierno de política comunista que iguala al ciudadano en la pobreza? Quienes se conforman con su paga gubernamental, para el gobierno valen un voto, y nada más. Por el contrario, nosotros apostamos por los ciudadanos que ganan su sueldo, y son libres, iguales e intocables.

La cuarta cuestión es, para qué formarse. Para qué aprender un oficio. Para qué levantarse a trabajar. Para qué arriesgar abriendo un negocio. ¿Acaso para destinar la mitad de tu sueldo anual a impuestos? No. Para nosotros, la respuesta es clara: para tener un mejor nivel de vida. Tan fácil como eso. Para ganarse el mejor status posible durante la vida laboral.

Y ahora, es a ustedes, señores del PSOE, a los que va destinada la quinta cuestión: ¿cuánto vale un panadero o un tubero? ¿Y un soldador, un fontanero o un albañil? ¿Cuánto vale un contable, un informático, un encofrador, un zapatero o un orfebre? ¿Cuánto vale un sastre o un ebanista? ¿Y si se ve forzado a irse a Suiza para ganarse la vida? ¿Y un ingeniero químico, mecánico, industrial o agrónomo? Y si se va a Alemania, ¿cuánto nos costó su formación para que otro país se beneficie de su talento? ¿Cuánto vale un trabajador para el partido obrero y sus terminales sindicales, más allá de la pancarta? No cuánto debe cobrar, sino ¿cuánto valor dan al profesional capacitado? Según la sentencia de los ERE, ninguno.

La sexta y última, la fundamental, es ¿qué modelo de sociedad preferimos, el de la subvención que nos equipara en la pobreza, mientras una mitad mantiene a otra mitad; o el del esfuerzo individual en busca de alcanzar un buen nivel de vida, la independencia económica y la libertad, ¿que a su vez crea una sociedad libre, próspera y plural, que cuida de quien realmente lo necesita? El primer modelo es hacia el que estamos abocados irremediablemente si seguimos otorgando en silencio. Ya vemos cómo tratan la ciudad y a sus vecinos parte de los que han llegado atraídos por el reclamo de las subvenciones por hijo, para guardería, escolarización; la casa, el agua, la luz, el cheque para la compra…El segundo modelo, libre próspero y plural, es posible conseguirlo con las medidas correctas. Los que vivimos aquí trabajando honradamente y los que se han tenido que ir a buscar trabajo fuera, queremos nuestra ciudad y a nuestros vecinos. Nuestra es la elección. Únicamente nuestra. El 28 de mayo toca elegir.

Comentarios