Cuando, el pasado viernes 18 de marzo, el Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Puertollano, D. Luis Pizarro, nos comunicó la decisión de que la nueva Piscina Climatizada que se ha empezado a construir tenga una profundidad mínima de 1,40m. y máxima de 2.15m., decidimos desde el C.D.E. WATERLLANO PUERTOPOLO hacer lo que en nuestra mano estuviera para evitar lo que, en nuestra opinión, era un gravísimo error del que se estaría lamentando la población de Puertollano y su comarca durante los próximos 30 años.
El 21 de marzo solicitamos, por escrito, una reunión con el Alcalde y el propio Concejal, así como con cualquier otra persona que pudiera estar implicada en el proyecto, para plantear y discutir una alternativa como es que la nueva piscina tuviera una profundidad única de 1.80m.; paralelamente, iniciamos una recogida de firmas para evaluar el apoyo que esta propuesta nuestra pudiera tener entre la ciudadanía y trasladarlo posteriormente al Ayuntamiento.
Ante la callada por respuesta, reiteramos nuestra solicitud de entrevistarnos con el Alcalde, nuevamente por escrito, el pasado 6 de abril. Otra vez, silencio. Decidimos, dada la urgencia de la situación puesto que las obras ya están iniciadas, presentar un escrito en Alcaldía en él que exponíamos nuestra propuesta sustentada en una serie de argumentos que estábamos, y estamos, dispuestos a discutir con quien hiciera falta.
Finalmente, el pasado 22 de abril el Concejal de Deportes nos recibió, en su despacho y acompañado de D. Manuel Serrano (Coordinador de Deportes), a 4 representantes del club. En ningún momento se excusó la ausencia del Alcalde; queremos creer que estuvo motivada por su apretada agenda y no porque el asunto no tenga, para él, la suficiente relevancia como para escucharnos. En cualquier caso, agradecemos a nuestro Concejal el gesto de recibirnos aunque quizá se lo hubiera debido ahorrar habida cuenta de que, como nos manifestó, la decisión estaba, por su parte, ya tomada de antemano.
Nuestro Concejal no pudo o no supo rebatir ninguno de nuestros argumentos; sólo aportó una única razón en la que apoyar su decisión: es lo que quiere la mayoría de la ciudadanía. Algunos, o muchos, quizás piensen que es razón de suficiente peso; nosotros discrepamos: no siempre lo que QUIERE la mayoría es lo que CONVIENE a la mayoría, sobre todo, cuando se opina desde el desconocimiento de la materia porque nadie se ha molestado en informarles. Quizá nadie les ha dicho que una persona que se mete en una piscina, da igual si la profundidad es 1.40 ó 1.80, sin el mínimo dominio del medio acuático no sólo no iba a disfrutarla ni a aprovecharla sino que estaría poniendo en peligro su propia integridad física; quizá nadie les ha explicado la existencia y la utilidad del vaso de enseñanza previsto, contiguo al principal, de menores dimensiones y profundidad que éste y que es el apropiado para que los menos iniciados den sus primeros pasos con la ayuda y supervisión de personal cualificado. Nadie en su sano juicio se lanzaría en paracaídas sin que, previamente, alguien conocedor de la materia le inicie, aconseje y enseñe unas nociones mínimas y básicas con las que llevar a cabo el salto en condiciones de seguridad.
¿Se ha molestado nuestro concejal de deportes en hablar con sus “colegas” de localidades próximas a la nuestra (Alcázar de San Juan, Tomelloso, Valdepeñas), donde existen piscinas de características similares a las que nosotros proponemos, para ver si allí han observado algún impedimento para su uso por la mayoría de la población? Por cierto, estas ciudades cuentan con una única piscina climatizada y no con dos, como sería nuestro caso. ¿Es que somos, los ciudadanos de Puertollano, más torpes que los de estas localidades? ¿O acaso los profesionales que en Puertollano se dedican a la enseñanza de los diferentes deportes acuáticos están menos cualificados y peor preparados que el resto? Nuestra respuesta para estos tres interrogantes es que NO.
Citó, sin nombrar, a gente de otros deportes (no, desde luego, de Natación, Salvamento y Socorrismo o Triatlón que son los que, junto con el Waterpolo, utilizan la piscina casi diariamente y que opinan como nosotros) que le habrían manifestado que nuestra propuesta no era la más beneficiosa; ni los nombró ni nos dijo cuáles eran las razones que argüían; las nuestras estaban sobre la mesa. No dudamos de los conocimientos y la experiencia de esa “gente de otros deportes”; al contrario, como le indicamos a nuestro Concejal estábamos, y estamos, dispuestos a intercambiar opiniones con ellos sobre el tema. Seguro que nos entenderíamos porque hablamos el mismo idioma: el del deportista (diferente, por lo que parece y por desgracia, al del político).
Ciñéndonos al tema del waterpolo, la supervivencia a medio plazo de esta modalidad deportiva a todos los niveles, no solo competición sino también a nivel de escuela deportiva, deporte base o sencillamente recreativo, depende de la disponibilidad de una instalación adecuada. Sin ella, estamos abocados a desaparecer como club y, lo que es más grave, como deporte en Puertollano; no tendríamos posibilidad ninguna de consolidar esta actividad que iniciamos hace tres años y que comenzaba a despuntar en la provincia, no tendríamos posibilidad de crecer ni de ofrecerla a los jóvenes de Puertollano, principales destinatarios y beneficiarios de ella, porque no es posible construir una casa sin los cimientos necesarios y pretender, luego, que no se venga a abajo. ¿Es esto deporte de élite como, generosamente, lo ha calificado alguna concejal de nuestro ayuntamiento? Insistimos en que es perfectamente compatible, en la instalación que proponemos, con el resto de actividades que actualmente se desarrollan y con otras nuevas que pudieran surgir. Nuestro Concejal finalizó la reunión ofreciéndonos su ayuda para lo que pudiéramos necesitar; ahora, desgraciadamente, nos está ayudando a desaparecer; después, poco podrá ya hacer.
Resulta muy sencillo, bajo el resplandor de eventos puntuales como la celebración de la Copa Intercontinental de Fútbol Sala o la visita de grandes campeones de atletismo (eventos que, dicho sea de paso, aplaudimos y ¡cuantos más, mejor!) y a través de los medios de comunicación, mostrar a Puertollano como ciudad referente en el deporte y luego, en ocasiones, olvidarnos de la realidad del día a día, cortando las alas a nuevas iniciativas que surgen desde nuestra propia casa, desde los ciudadanos y que resultarían muy positivas, sobre todo, para nuestros niños y jóvenes y, por extensión, para el resto de la población.
Nos critica nuestro concejal que hayamos recogido firmas entre menores en los centros de enseñanza, calificándolo como hecho “gravísimo”. Lo cierto es que algunos de los componentes del club, con edades comprendidas entre los 15 y 17 años, al sentir que se les hurtaba la posibilidad de continuar practicando un deporte que les gusta, que les resulta beneficioso en todos los aspectos y que les aparta de otras actividades menos recomendables, han buscado, y encontrado en muchos casos, apoyo entre sus compañeros y amigos, también ellos potenciales usuarios de esta instalación. Ese es el tema “gravísimo”. No creemos que nuestro concejal les vaya a negar a ellos, ciudadanos como los demás, su derecho a voz ya que, por su edad, aún no lo tienen a voto.
Finalmente, señalar que una copia del escrito que presentamos en Alcaldía con nuestros argumentos, recibieron, en la misma fecha, todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento. Del PSOE, no esperábamos y no tuvimos, lógicamente, respuesta. Lo lamentable es que tampoco la hemos tenido por parte de Izquierda Unida, mientras que la del Partido Popular ha sido escasa y, tal vez, demasiado tardía; nos parece que una instalación que supone una inversión de varios cientos de millones de pesetas (para que todos nos entendamos) y que, potencialmente, puede ser utilizada por el 100% de la población de Puertollano merece la atención de todos sus representantes.
Pedimos disculpas si, por extenso, este escrito resulta excesivo; no obstante, dada la importancia del asunto que aborda, nos parece necesario. Nadie busque, en estas líneas, ánimo de provocar ninguna clase de polémica; los que las suscribimos nada tenemos que ganar con ella, muy al contrario, sólo podemos granjearnos enemistades por salir a la palestra; únicamente pretendemos alzar la voz ante lo que consideramos un tremendo error de difícil reparación a corto o medio plazo (tal vez nuestros nietos tengan mejor suerte); somos conscientes de que la decisión corresponde en exclusiva a las autoridades locales que por algo libremente se presentaron para que la ciudadanía, libremente también, les eligiera y otorgara esa competencia. Sencillamente nos sentíamos en la obligación moral de llamar la atención y aportar nuestro grano de arena, desde nuestro conocimiento y experiencia, por si podemos evitar que se consume el desacierto. Creemos que nos vale la pena aunque ahí acaba nuestro cometido. Ahora sólo nos resta quedar a disposición de cualquiera interesado en hablar de este tema en beneficio de todos.