La plaza de España acogió el pasado martes por la noche un simbólico acto organizado por la Concejalía de Igualdad y por el Centro de la Mujer

El Ayuntamiento de Daimiel se suma al Día Internacional del Orgullo LGTBI

El Ayuntamiento daimieleño se sumó a la conmemoración del Día Internacional del Orgullo LGTBI que se celebró el 28 de junio. Una efeméride para la que desde la concejalía de Igualdad junto al Centro de la Mujer desarrolló un simbólico acto por la noche desde la Plaza de España.

La concejal de Igualdad, Alicia Loro, que estuvo acompañada del alcalde, Leopoldo Sierra, destacaba en su intervención que “todas las personas merecen ser felices independientemente de cuál sea su orientación o identidad sexual. En este sentido, decía, “las administraciones públicas tenemos que favorecer esa felicidad, visibilizando y transmitiendo nuestro apoyo a esas personas que durante mucho tiempo sólo quisieron ser invisibles”.  Según expuso en su intervención, “por tercer año el equipo de gobierno reafirma su compromiso con el colectivo LGTBI construyendo así un Daimiel más respetuoso, libre y humanitario”.

El acto tuvo además a la Escuela Municipal de Música y Danza de Daimiel cuyo alumnado interpretó una adaptación para esta ocasión de la B.S.O. de la película ‘Orgullo y prejuicio’. De este modo, la bandera del arco iris ocupó el lugar central del acto con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de avanzar en la igualdad de trato y la no discriminación.

Seguidamente, un miembro del colectivo LGTBIQ local, Alberto Hernández procedió a la lectura del manifiesto. Inició su intervención leyendo el artículo 1º de la declaración de derechos humanos, y pidió unos instantes de silencio por Samuel Luis, asesinado en la Coruña el año pasado al grito de maricón, destacó que “12 personas transexuales han sido asesinadas desde 2008 en nuestro país por el simple hecho de ser diferente”.

Además, señaló que cada año se suicidan en España 50 jóvenes LGTBI y otros 950 lo intentan”, segunda causa de muerte de jóvenes, solo por detrás de los accidentes de tráfico, relató.

Insistió Hernández en la importancia de “educar a nuestros jóvenes a respetar, enseñarles que hay diversidad, que todos somos diferentes e iguales, y expliquémosles”, proseguía, “desde nuestra casa, escuelas e institutos las consecuencias y la peligrosidad de la discriminación por cuestiones de orientación sexual y otras causas”.

La culminación de esta concentración llegó con la interpretación de la afamada canción del grupo Mecano llamada “Mujer contra mujer”. Un tema de 1986 que se convirtió en un himno para una sociedad que necesitaba levantar la voz. Este tema fue pionero a la hora de tratar abiertamente la homosexualidad en España, y un grito de tolerancia y aceptación en el que se defiende un amor que parece prohibido a ojos de los demás, actitud que coarta la libertad de dos personas que se quieren.