Dada la próxima demolición del Zoco Real en Ciudad Real, posiblemente esta misma semana, y ante el "desconocimiento del colectivo ecologista sobre las intenciones de las dos entidades implicadas en dicha actuación acerca del destino del arbolado perimetral" del recinto con motivo de dichas obras, ha pedido a ambas que "respeten en su integridad todos los ejemplares y pide al Ayuntamiento, que es quien tiene la llave legal y responsabilidad final, que no conceda la licencia de tala contemplada en el artículo 4.2.1 del PGOU, exigen.
Ecologistas en Acción vuelve a insistir en que en el contexto de cambio climático actual, cuya terrible fiereza hemos podido sentir este mismo verano, ya no es posible prescindir de un solo árbol en nuestras ciudades si queremos, de verdad, contribuir a retirar carbono de la atmósfera y, a la vez, intentar protegernos de este cambio de forma local en nuestras calles gracias a que los árboles regulan de forma muy efectiva la temperatura con su sombra y su evotranspiración, mejoran la calidad del aire, dotándolo de oxígeno y absorbiendo su contaminación y, a la vez, dan alimento, sombra y cobijo a otros seres vivos, incrementando así la biodiversidad de nuestro entorno", inciden. Pero para esto, consideran, solo son útiles los árboles grandes, ya que, aunque empiezan a dar beneficios con una masa foliar de 8 m de altura/anchura, los beneficios claros empiezan en copas de 12 m. El beneficio de los pequeños arbolitos, en este contexto, es prácticamente inapreciable", añaden.
Independientemente de estos argumentos ecológicos, entienden, también, que el arrasamiento de dicha arboleda supondría "un acto totalmente gratuito e irracional dado que lo que se pretende es únicamente demoler la ruinosa edificación del Zoco por motivos de salubridad y dejarlo, por el momento, en solar; no estando contemplado aún ningún proyecto de edificación sustitutiva que pudiera ser incompatible con el arbolado. Además, al tratarse de una arboleda perimetral, no tiene por qué ser incompatible con cualquier futuro proyecto, al contrario, el nuevo", indican
El colectivo está seguro de que en pleno siglo XXI "no será difícil encontrar, desde el punto de vista técnico, la deconstrucción más adecuada que permita, a la vez, una demolición ordenada y la salvación íntegra de la masa forestal del recinto, formada por una cuarentena de ejemplares vigorosos de varias especies y de más de 30 años de antigüedad", finalizan.
