Asociación Cultural 'Portus Planus' de Puertollano.- En 1936 no se celebró el Santo Voto. Según el periódico “El pueblo manchego”: “La fiesta del santo Voto es del pueblo y para el pueblo. Y son precisamente los defensores del pueblo los que se la quitan”.
Aunque la fiesta no tuvo ningún acto, si fueron muchos los puertollanenses que dieron comida a los pobres de la ciudad.
Dos años antes, en 1934, sabemos que se repartieron más de 4000 raciones de comida.
Hubo 5 grupos de señoritas que pidieron donativos para recaudar fondos para la celebración de la fiesta.
Del domicilio de Acción Agraria Manchega partió la noche anterior una rondalla que se dirigió a la ermita de la Virgen de Gracia donde interpretó los clásicos Mayos:
Llegamos con alegría
Al Palacio Celestial,
En donde habita María,
Sin pecado original.
En el año mil trescientos
Cuarenta y ocho, se vio
Invadido de la peste
Que tanto estrago causó.
Del siglo décimo quinto
En el año ochenta y seis,
Mandó otra peste al pueblo
Y también le protegéis.
Por eso, piadosa Madre,
Siempre con seguridad
Acude a ti Puertollano,
En toda calamidad.
En este año, la carne fue de cordero y como no tenía mucho que cocer, las ollas se encendieron al alba. Dichas ollas estuvieron instaladas en el colegio del Ave María (actual Ramón y Cajal). A las 4:30, un centenar de mujeres voluntarias, de las 200 que se habían inscrito, llegaron al colegio para empezar los preparativos.
A las 10 de la mañana las hermandades de Nuestra Señora de Gracia y de la Virgen de la Cabeza llegaron a la ermita junto con las autoridades e invitados.
El acto religioso lo oficiaron don Jaime Cabañero y don Enrique García Mateos, (ambos fusilados dos años después).
Como curiosidad, decir que durante la mañana la gente cambiaban trozos de pan por otros que estaban bendecidos. A las doce de la mañana se empezaron a repartir las más de cuatro mil raciones de comida en los locales del colegio del Ave María.
Retrocediendo unos años antes, nos vamos aL Santo Voto de 1928. En este año, el Gobernador Civil de la provincia, el marqués de Guerra, impuso la medalla al Trabajo al obrero Eduardo Pastor Gijón. El acto tuvo lugar en el pabellón municipal sito en el Paseo de San Gregorio, por entonces llamado avenida del General Narváez.
Eduardo Pastor Gijón fue el primer presidente de la sociedad Benéfica “La Esperanza” creada en 1894. Por entonces tenía 28 años y era mecánico. La medalla se la impulsieron por más de 40 años de experto mecánico, llegando a ser jefe de talleres de la Sociedad minera y metalúrgica de Peñarroya.
Tras el acto de imposición de la medalla, la comitiva con el gobernador al frente, se dirigió a la ermita de la Virgen de Gracia, donde se celebró la función religiosa. Posteriormente, presenciaron el reparto de la comida y el guiso del Santo Voto.
Asociación Cultural 'Portus Planus' de Puertollano
