También se le imponen cuatro años de libertad vigilada y el pago de 50.000 euros

Puertollano: El hombre que abusó de una niña de siete años pide perdón y acepta dos años de cárcel

Ya hay sentencia para el hombre que abusó de una niña de siete años después una matanza en 2017 cerca de Puertollano. La Audiencia Provincial de Ciudad Real le condena a dos años de prisión por un delito de abuso sexual a un menor de 16 años. Además, se le prohíbe aproximarse a la víctima a menos de 500 metros, así como comunicarse con ella durante el tiempo de la condena más dos años.

También se le impone una multa de 2.190 euros por un delito de exhibición de material pornográfico y la medida de libertad vigilada durante cuatro años. Asimismo, como medida de responsabilidad civil, el procesado deberá pagar 50.000 euros a la víctima o representantes legales.

C.E.S.M. ha reconocido los hechos, ha pedido disculpas, se ha mostrado muy arrepentido durante el juicio y ha aceptado la condena, tal y como se detalla en la sentencia. Cabe recordar que el fiscal pedía inicialmente cuatro años y nueve meses de cárcel para él.

Hechos

Según el escrito del fiscal, el procesado, con iniciales C.E.S.M., participó en una matanza en el año 2017 invitado por el padre de la menor, que en ese momento contaba con siete años de edad. Al terminar dicha matanza, el padre de la menor se disponía a viajar a Puertollano a realizar compras, y el acusado se ofreció a quedarse con la menor en su domicilio.

Tal y como explica la Fiscalía, una vez en el domicilio el procesado llevó a la menor al aseo para “miccionar, haciéndolo delante de ella exhibiéndole sus genitales, posteriormente, con ánimo de satisfacer su deseo sexual, la llevó al salón y la sentó en el sofá para mostrarle en la televisión un video de explicito contenido sexual entre personal adultas realizando actos de igual contenido, pidiéndole a la menor que lo reprodujera».

Tras ello, «bajó los pantalones y las braguitas a la menor, procediendo a hacerle tocamientos en tobillos, rodillas y muslos hasta llegar a chuparle su zona genital, pidiéndole a ella que le hiciera tocamientos en las piernas y en la zona genital, a lo que ella accedió, y que le realizara una felación, pero sin conseguirlo, pues ella se negó», añade el fiscal.

El procesado cesó en su acción tras recibir una llamada telefónica del padre advirtiéndole de que ya regresaban de las compras.

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