La diputada regional del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, María Gil, ha asegurado que el curso escolar 2024-2025 arranca “cargado de autobombo y caos”, con problemas en los cupos, con errores en las adjudicaciones, plagado de medias jornadas e incluso tercios de jornada y con el anuncio de una huelga que Page “obvia como si no existiera”.
Así lo ha indicado durante su intervención en el pleno del Parlamento autonómico, donde ha incidido en que el PP está planteando propuestas para ayudar a las familias, como la creación de un bono escolar para la compra de materiales, medidas para reforzar la figura del docente en clase, mejoras en las infraestructuras educativas y ayudar al alumnado que lo necesita.
Gil ha afirmado que es sorprendente que el PSOE y el Gobierno regional no hayan analizado en profundidad el anuncio de huelga en el sector de la educación previsto para la próxima semana.
El pasado curso escolar 2023-2024, ha dicho, siguió la “hoja de ruta del PSOE” y el resultado fue que Castilla-La Mancha está a la cola en educación a nivel nacional, con un curso lleno “de improvisación y de promesas incumplidas”.
Gil ha destacado que, desde la implantación del cuaderno de evaluación, “que llena de presión los claustros”, hasta el banco de libros, que “ahoga a los centros educativos en un final de curso marcado por la burocracia”. Además, existe falta de profesorado en todas las etapas educativas, de la falta de recursos para apoyar al alumnado que lo necesita o de la falta de otros perfiles de personal.
La diputada regional del PP ha recordado el mal estado de muchas infraestructuras educativas por toda la región, muchas de ellas prometidas sus reformas y no cumplidas. Unas carencias que, ha continuado, evidencian que no solo el Ministerio de Educación “mira para otro lado” a pesar de las deficiencias del sistema educativo”, sino que también “mira para otro lado este Gobierno regional que no soluciona lo que a ciencia cierta sabe que está funcionando mal”.
Gil ha aseverado que se necesitan reformas estructurales y una verdadera apuesta educativa, pero en lugar de ello, el Gobierno de Page “se dedica a intentar dividir a las organizaciones sindicales, a confundir a las familias y al alumnado”. “Para el PP la educación está por encima de las diferencias ideológicas”, por lo que es vital “sentarse para ser capaz de llegar a consensos en lo importante, con propuestas en positivo y escuchando a los profesionales y alumnos”.
