El sindicato Solidaridad Obrera se concentró el pasado sábado frente a la Concha de la Música de Puertollano para mostrar su apoyo a los "represaliados" de la huelga del metal de Cádiz.
Además de su sección sindical en Repsol Petróleo y en el SESCAM, en esta movilización también ha participado la Plataforma de Jubilados y Pensionistas de Puertollano, con una asistencia total de entre 35 y 45 personas según el momento, tal y como han informado desde el sindicato.
"Aunque la lucha no sea el camino que queremos, por el desgaste que esta supone, es el único que nos dejan y no daremos un paso atrás hasta que consigamos la igualdad entre todos y la libertad de expresar y defender nuestras ideas y opiniones", han indicado.
"Esta concentración que promovemos desde Solidaridad Obrera, nace de la necesidad de apoyar a unos trabajadores que se han visto represaliados por el mero hecho de defender un trabajo más digno y un salario más acorde con el tiempo empleado. Pero no solo lo hacemos por ellos, esta reivindicación es por cada uno de los trabajadores que sufren alguna injusticia, es decir, por todos, da igual el sector o la empresa", apuntan desde el sindicato.
El manifiesto completo
Esta concentración que promovemos desde Solidaridad Obrera, nace de la necesidad de apoyar a unos trabajadores que se han visto represaliados por el mero hecho de defender un trabajo más digno y un salario más acorde con el tiempo empleado. Pero no solo lo hacemos por ellos, esta reivindicación es por cada uno de los trabajadores que sufren alguna injusticia, es decir, por todos, da igual el sector o la empresa.
Solemos ver una respuesta más bien tímida con la asistencia de unos pocos, porque el mensaje siempre llega a muchos oídos pero a pocos corazones, pero ya es el momento de que caiga la venda de los ojos para ver lo esencial y sobre todo, de luchar por ello", añadían en su manifiesto.
Este es el primer llamamiento de muchos, y lo hacemos con el orgullo de sabernos hijos y nietos de la lucha solidaria, porque Puertollano ha sido ante todo un pueblo humilde que se echó a la calle para defender cada pedazo de pan que fuera suyo y no rehuyo la lucha cuando el gris intentaba romper la voluntad de los trabajadores como hoy lo hace el azul. A pesar de unas condiciones menos favorables nos dejaron un legado impagable con un alto coste para muchas de esas personas, algunas fueron condenadas al exilio, otras a la cárcel y en los casos extremos pagaron con su propia vida. Entonces, ¿Porqué hemos dejado que se pierda lo que no ganamos? ¿porqué esta desidia tan desesperante?
Puede que la culpa la tenga esa falsa transición que nos pilló con el pie cambiado y el sistema le sacó punta al lápiz y afinó su estrategia para intentar someternos definitivamente. Pero seamos cuidadosos cuando hablamos de sistema, ya que no se trata de un ente abstracto, detrás están aquellos que mandan regular a la baja el mercado laboral y proponen reformas que les permita obtener mayores dividendos a nuestra costa. ¿Como resolvemos este problema?
Primero tenemos que leer bien el enunciado y comprender los mecanismos que esconde, y aunque nos parezca un asunto inextricable no lo es en absoluto. Se trata de un antiguo sistema que ha mejorado sus formas: el expolio, en este caso de la clase trabajadora. Los conglomerados empresariales o financieros, que tampoco son entes abstractos, se sirven de gobiernos fieles y sindicatos arrodillados que hacen el trabajo sucio, porque es más fácil y económico comprar a unos pocos que pagar un sueldo justo a todos. Y siendo así, ¿tenemos claro contra quien luchamos?
En primer lugar lo hacemos contra nosotros mismos para no caer en las mentiras que interesadamente nos cuentan, ni en la desidia y el desanimo, porque el objetivo puede parecer enorme pero es legítimo y alcanzable. Después contra los mal llamados sindicatos, especialmente contra los autodenominados mayoritarios, que se han convertido en colaboracionistas y una pieza esencial para que el sistema funcione. Por último contra el gobierno de turno porque en lugar de hacer lo que pide el pueblo sigue fielmente las directrices marcadas por los grupos de poder a pesar de que les pagamos nosotros, a ellos y a los grupos represivos que usan contra nosotros. Resulta paradójico que nos apaleen, nos detengan o nos juzguen y la cuenta salga de nuestro bolsillo.
El daño producido sobre el movimiento obrero ha llegado al punto en que hablar de sindicatos despierte cierto rechazo, solo porque algunos los han usado en beneficio propio, pero está en nuestras manos recuperar el verdadero sindicalismo, encontrar un lugar común y un marco sindical que nos permita aunar el esfuerzo de todos para que esta lucha legítima sea más solidaria y fructífera. En Solidaridad Obrera buscamos la concienciación de la clase trabajadora, sin la cual no será posible la unión que nos permita las mejoras laborales o la derogación de la reforma laboral.
Por tanto es el apoyo común y no la afiliación el objetivo de este nuestro sindicato, aunque sin duda esta última sea imprescindible para dotarnos de medios económicos que nos permitan, entre otras cosas, promover eventos como este con independencia, y aunque la lucha no sea el camino que queremos, por el desgaste que esta supone, es el único que nos dejan y no daremos un paso atrás hasta que consigamos la igualdad entre todos y la libertad de expresar y defender nuestras ideas y opiniones. Puede que te preguntes si todo esto es posible, o que quieras saber mas sobre Solidaridad Obrera, quizá ya has decidido afiliarte, si es así escríbenos: [email protected].