¿Qué hacer cuando tu vuelo se cancela por condiciones meteorológicas?

Te despiertas listo para tu viaje, el equipaje está preparado y la emoción por la aventura corre por tus venas. Pero, al llegar al aeropuerto, ves la temida palabra en la pantalla: "Cancelado". Las condiciones meteorológicas han vuelto a jugar en tu contra y te quedas con esa mezcla de incredulidad y frustración. Los vuelos en Europa a menudo se ven afectados por el mal tiempo, y aunque no puedes controlar el clima, sí puedes tomar decisiones inteligentes cuando ocurre lo inesperado.  Para echarte un cable si te ves en esta situación, hemos elaborado esta lista de consejos a seguir en caso de que tu vuelo se vea afectado por fuertes lluvias, nevadas u otras condiciones del clima que impidan despegar.

 

Lo primero: no entres en pánico

Lo sé, suena más fácil de decir que de hacer. Pero lo más importante en estos casos es mantener la calma, todas las compañías aéreas suelen tener planes de contingencia para estas situaciones, y hay procedimientos establecidos que te ayudarán a resolver el problema. Aunque parezca complicado, hay recursos que puedes aprovechar, como contactar con una empresa especializada en derechos de los pasajeros que te ayudarán a gestionar reclamaciones o compensaciones si fuese necesario. Miles de pasajeros enfrentan cancelaciones cada año en Europa, y aunque es frustrante, con la ayuda adecuada puedes salir adelante. Dirígete al mostrador de la aerolínea o revisa la aplicación para obtener más detalles sobre tu situación.

 

Haz valer tus derechos de pasajero

En la Unión Europa, las aerolíneas están sujetas al Reglamento CE 261/2004, que regula los derechos de los pasajeros cuando hay cancelaciones por motivos meteorológicos. Según esta normativa, si el vuelo se cancela, por ejemplo, por una tormenta, las aerolíneas no están obligadas a compensarte financieramente, pero sí deben ofrecerte asistencia. Esto incluye facilitarte comidas, bebidas y, si es necesario, alojamiento en un hotel. Así que no dudes en pedirlo. No se trata de exigir lo imposible, sino de que te ofrezcan lo que, por ley, te corresponde.

 

Asegúrate de llevar una copia de la normativa europea en tu teléfono o impresa, para que puedas consultarla si es necesario. A veces, el personal de la aerolínea no tiene toda la información o está abrumado por la cantidad de pasajeros afectados. Ten paciencia, exige recibir una explicación por escrito y pregunta sobre las alternativas disponibles. En estos casos, tener claro tus derechos puede suponer la diferencia entre pasar una noche en el aeropuerto o en una cama cómoda.

 

¿Te ofrecen una alternativa? Acepta lo que sea mejor para ti

Cuando una cancelación se debe a condiciones meteorológicas, las aerolíneas suelen reubicar a los pasajeros en el siguiente vuelo disponible sin coste adicional. Aquí es donde debes intentar ser flexible. Si hay una opción inmediata que te lleva a tu destino, incluso si es a través de una ruta diferente o un aeropuerto alternativo, considera tomarla. A veces, un pequeño desvío puede ahorrarte horas o incluso días de retraso.

 

Ahora, si la nueva ruta no te convence o no es lo suficientemente conveniente, tienes derecho a solicitar un reembolso completo. Eso sí, no esperes que la aerolínea cubra tus gastos de hotel o comida si decides tomar esta opción, ya que las cancelaciones por condiciones meteorológicas suelen considerarse “circunstancias extraordinarias”. Sin embargo, algunas aerolíneas ofrecen vales de comida o descuentos en hoteles como gesto de buena voluntad. No está de más preguntar.

 

Busca soluciones por tu cuenta

Está claro que si tenías previsto viajar y no puedes hacerlo por circunstancias ajenas a tu voluntad, lo ideal es que sea la aerolínea quien se haga cargo de buscar alternativas. Pero lo cierto es que este proceso puede ser largo y tedioso, especialmente si la situación meteorológica afecta a varias compañías y también a otros aeropuertos, por lo que quizás convenga ser práctico. Si simplemente te ibas de vacaciones y no es muy grave llegar a tu destino con un día de retraso, te puedes permitir esperar. Pero, si tenías que volar por una reunión importante de trabajo, una emergencia familiar o un compromiso con fecha ineludible como una boda o el nacimiento de un hijo, te sale más rentable solucionarlo por tu cuenta para llegar a tiempo que esperar a ver las soluciones que la compañía te ofrece.

 

Mientras esperas una resolución por parte de la aerolínea, mantente al tanto de las condiciones meteorológicas en tiempo real. ¿El temporal está afectando solo a tu aeropuerto de salida o a todo el continente? Si parece que la situación va para largo, podría ser más práctico buscar rutas alternativas en tren o autobús, sobre todo si estás en un país donde el transporte terrestre es eficiente. En Europa, destinos como Francia, Alemania o el Reino Unido tienen redes ferroviarias de alta velocidad que pueden sacarte del apuro rápidamente.

 

Otra opción que tal vez pueda compensarte, especialmente en vuelos dométsticos, es alquilar un coche en el propio aeropuerto. Y, por supuesto, no olvides revisar tu seguro de viaje si contrataste alguno al comprar tu vuelo. Algunas pólizas cubren los gastos adicionales derivados de cancelaciones por mal tiempo, como noches extras de hotel o la reprogramación de vuelos. 

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