A lo largo de la mañana del sábado y dentro de la programación de las III Jornadas Vino y Bautismo Qervantino (que organiza el Ayuntamiento de Alcázar), ha tenido lugar la ruta guiada “Alcázar de Cervantes” que coordinada por la Sociedad Cervantina alcazareña ha recorrido los lugares emblemáticos de la ciudad que enlazan a Miguel de Cervantes y su obra con Alcázar de San Juan. Esta ruta ha sido posible por el interés demostrado en ella por el Patronato Municipal de Cultura y especialmente por la colaboración prestada por el personal del plan empleo de Turismo.
Los asistentes pertenecientes a diferentes nacionalidades y que han completado el cupo fijado de antemano, se han concentrado en el punto de origen de la ruta, la estatua de Alonso leyendo libros de caballerías en la antigua oficina de Turismo desde donde ha comenzado el itinerario a pie.
Comenzaron visitando el Quijote Cósmico en la Plaza de Palacio donde han conocido la historia de esta escultura que une indisolublemente a las ciudades de Guanajuato (México) y Alcázar ya que ambas poseen esculturas gemelas donadas por Eulalio Ferrer.
Se trasladaron al atrio de Santa María desde donde han conocido todo lo relativo a la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saavedra fechada en 1558 y donde, desde la misma puerta de la iglesia de Santa María, han podido contemplar un paisaje en el cual el torreón del Gran Prior se asemeja considerablemente al dibujo de la letra capitular del primer capítulo del Quijote (en su edición prínceps).
Más tarde se detuvieron en la plaza de la de la Rubia del Rosquero (hoy Plaza de Cervantes, donde hay un monolito dedicado al escritor), para conocer el lugar donde se ubicó una casa en la que nació el Miguel “bautizado” en Alcázar.
El Museo del Hidalgo donde se interpreta cómo era la vida de un hidalgo del siglo XVI fue la siguiente parada, prosiguiendo en la iglesia conventual de San Francisco para conocer cómo el escritor profesó en los últimos días de su vida en la Orden Tercera u orden seglar de esta congregación religiosa.
La siguiente visita ha sido a los azulejos del Quijote del Parque Cervantes, donde se encuentra un patrimonio cultural de primer orden en una glorieta formada por cuatro bancos decorados con azulejos que representan escenas del Quijote, con la particularidad de que contienen tanto las aventuras de la Primera como de la Segunda Parte de la novela, siendo de las pocas colecciones de España, sino la única, que abarca el Quijote completo desde el inicio hasta el final. El número total de azulejos está cercano a 300, a la Primera Parte del Quijote corresponden 181 azulejos, mientras que los restantes, 110 corresponden a la Segunda Parte.
La visita finalizó en la Plaza de España en la estatua de Don Quijote y Sancho realizada por el escultor Marino Amaya que ya es uno de los iconos de la ciudad, desde donde los asistentes conocieron la relación que Cervantes tuvo con la Orden Trinitaria, encargada en la época del escritor de llevar a cabo los rescates de cautivos en Argel.