Recomendaciones y consejos para evitar las nefastas consecuencias del alcance de un rayo que, en el 30% de los casos, supone la muerte

APAM-CLM: "Tirarse al suelo, en cuclillas, es la posición de seguridad si no podemos refugiarnos en una tormenta eléctrica"

La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla La Mancha (APAM-CLM) ha hecho pública hoy una serie de recomendaciones y consejos para evitar las nefastas consecuencias del alcance de un rayo que, en el 30% de los casos supone la muerte.

En España, desde 1941 hasta 1979 hubo alrededor de 2.000 muertos por rayos (1,6 muertos por millón de habitantes y año). Desde entonces estas cifras han disminuido sustancialmente, lo que seguramente tiene mucho que ver con el cambio de una sociedad rural a otra fundamentalmente urbana, con todas sus implicaciones. En el período 1990-2000 se produjeron 73 víctimas mortales por caída de rayos. En el año 2000 y 2001 se produjeron 7 y 4 fallecimientos por esta causa.

La afectación neurológica y cardiopulmonar son las más peligrosas y responsables de los casos fatales. Puede producirse asistolia, fibrilación ventricular o parada respiratoria por afectación directa del sistema nervioso central (centro respiratorio). También puede haber derrame pericárdico masivo o insuficiencia cardiaca severa.

Otras posibles lesiones incluyen quemaduras en las zonas por donde entra y sale el rayo y en las zonas de contacto con partes metálicas como joyas, pérdida de visión y audición, fracturas óseas, etc. Puede haber, además, confusión y pérdida de memoria.

Nos encontramos en un mes en el que a pesar de seguir en pleno Verano la atmósfera se presenta más dinámica. Diariamente en el mundo se producen unas 44.000 tormentas y se generan más de 8 millones de rayos según el sistema de detección mundial de meteorología. Como anécdota, en España, el 7 de agosto de 1992 cayeron 32.000 rayos según el Servicio de Teledetección de rayos del Instituto Nacional de Meteorología.

No obstante, la caída de un rayo a tierra es una de las amenazas más serias derivadas de una tormenta. Se produce cuando la diferencia de potencial entre la nube y la tierra supera la capacidad aislante del aire. El peligro puede no ser aparente: se dan casos de caída de rayos a más de 20 km de distancia del lugar en que descarga la tormenta.

Aproximadamente el 30% de las personas alcanzadas por un rayo mueren, y el 74% de los supervivientes quedan con discapacidades permanentes.

Más del 70% de los fallecimientos se dan entre junio y agosto y el 92% entre mayo y septiembre. Sólo muy ocasionalmente se produce alguno en invierno.

La probabilidad de ser alcanzado por un rayo es mucho mayor en el medio rural que en el urbano. Los altos edificios con estructura metálica protegen las zonas adyacentes y derivan a tierra la descarga eléctrica, al igual que los pararrayos. En el campo, los árboles, en particular los muy altos y aislados atraen especialmente a los rayos.

De las personas fallecidas, el 52% se dedicaban a actividades recreativas al aire libre (en el medio urbano los campos de golf fueron áreas de gran riesgo) en el momento de ser alcanzadas por el rayo y el 25% estaban trabajando. Entre los trabajadores más afectados por los rayos están los de la construcción y los agricultores (un número apreciable mientras conducían un tractor).

El mayor número de hombres dedicados a este tipo de actividad laboral probablemente explica la diferencia en mortalidad entre hombres y mujeres. También la mayor participación de estos en actividades al aire libre.

Desde APAM-CLM ofrecemos un decálogo de prevención de daños por caídas de rayos, son consejos sencillos que a menudo los Agentes Medioambientales tienen que poner en práctica y que pueden ser muy útiles para todo aquel ciudadano que se vea sorprendido en el medio natural, u otros entornos, por una tormenta.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN ANTE LAS TORMENTAS

 A) En el campo

- Si se van a realizar actividades al aire libre, conviene prestar atención a los partes meteorológicos durante la temporada en que son más frecuentes las tormentas (generalmente de mayo a septiembre) y no partir hacia media o alta montaña con riesgo claro de tormenta y evitar zonas rocosas que destaquen en el horizonte y crestas de roca.

- Observar si el cielo se oscurece, si pueden verse relámpagos, si el viento arrecia o si se escuchan truenos. En tal caso conviene dirigirse inmediatamente a un lugar seguro.

- En verano tratar de acabar de ascender a una cumbre o terminar una salida o etapa antes de las cuatro de la tarde; a partir de estas horas es cuando se forma el mayor número de tormentas.

- Desistir de hacer cumbre o terminar una ruta en el caso de que veamos formarse un cumulonimbo en clara progresión hacia una tormenta y en la dirección en la que nos dirigimos.

- En caso de sentir un cosquilleo en la piel, que se eriza el cabello y que los objetos metálicos o que terminan en punta metálica emiten un extraño zumbido parecido al de una colmena y se producen chispas o destellos puede que la tormenta esté próxima. Todos estos fenómenos se producen por el desplazamiento de las cargas eléctricas que generan las tormentas y significa que el aire en el que nos encontramos se ha ionizado y se ha vuelto conductor hasta el punto de que en ocasiones entre dos excursionistas cercanos entre sí y sin tocarse puede producirse una molesta descarga.

- En caso de notar alguno de estos fenómenos en medio de una tormenta el peligro es inminente porque significan que está a punto de caer un rayo. Retirarse de todo lugar alto: cumbre, cima, loma..., y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua.

- NUNCA echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada, esto es muy peligroso. Se crea una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.

- Deshacerse de todo material metálico (piolets, bastones, mochilas con armazón, palas, azadones, rastrillos, palos de golf, paraguas, herramientas, cañas de pescar...) y depositarlo a más de 30 metros de distancia. Los rayos aprovechan su buena conducción. APAGAR Y RETIRAR LAS BATERÍAS DE WALKIE-TALKIES Y TELÉFONOS MÓVILES, cuyas radiaciones electromagnéticas pueden atraer los rayos.

- NUNCA refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios. Un árbol solitario por su humedad y verticalidad aumenta la intensidad del campo eléctrico. En cambio un bosque, aunque sea pequeño, puede ser un buen refugio. Cobijarse debajo de los árboles de menor altura puede ser un acto seguro.

- Alejarse de objetos metálicos como vallas metálicas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, raíles de ferrocarril, bicicletas, maquinaria, etc. Lo más peligroso de un tendido eléctrico son sus apoyos, pues por su toma de tierra se descargan al suelo rayos que han caído incluso a kilómetros. La proximidad de grandes objetos metálicos es peligrosa incluso cuando no se esté en contacto con ellos, ya que la onda de choque producida por el rayo calienta sobremanera el aire lo que puede producir lesiones en los pulmones.

- En el caso de trabajo sobre tractores (agricultores), maquinaria de construcción, etc., abandonarlos mientras dure la tormenta. Tampoco debe trabajarse sobre andamios u otras estructuras metálicas.

- Alejarse de terrenos abiertos y despejados, como praderas, cultivos y campos de golf. En estas zonas una persona sobresale bastante del terreno y puede convertirse en un pararrayos. Es preferible quedarse debajo de un grupo de árboles, a ser posible de menor altura que otros de la zona.

- Aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas. Salir inmediatamente y alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua.

- Alejarse y NO refugiarse en pequeños edificios aislados como graneros, chozas, cobertizos...; las tiendas de campaña tampoco son seguras.

- NO refugiarse en la boca de una cueva ni al abrigo de un saliente rocoso, el rayo puede tener derivaciones a través de estas aberturas, algunas son incluso canales naturales de drenaje para sus descargas por ser lugares de circulación natural de aire y por tanto de electrones.

- La posición de seguridad más recomendada en caso de no poder evitar la tormenta ni tampoco refugiarnos ES DE CUCLILLAS, lo más agachado posible, con las manos en las rodillas, tocando el suelo sólo con el calzado. Esta posición nos aislará en buena medida al no sobresalir sobre el terreno. No debemos tumbarnos en horizontal sobre el suelo.

- Si notamos cosquilleo en el cuerpo, se nos eriza el cabello, o vemos brillar y echar chispas un objeto de metal HAY QUE adoptar la posición de seguridad de inmediato porque la descarga de un rayo es inminente.

- Si se va en grupo es aconsejable dispersarse unos metros y adoptar la posición y demás precauciones de seguridad.

- En caso de ir con niños, para evitar el pánico o el extravío, mantener contacto visual y verbal con ellos. Si un rayo afecta a una persona las demás en contacto pueden verse afectadas por la descarga, por esto mismo también es recomendable alejarse de rebaños y grupos de mamíferos.

- El mejor sitio para refugiarse a la intemperie durante una tormenta ES UN VEHÍCULO CERRADO. Dentro debemos apagar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla, cerrar las ventanillas y las entradas de aire. En caso de caída de un rayo el vehículo se cargará sólo por el exterior mientras que el interior quedará intacto, fenómeno conocido como "Jaula de Faraday". Debe evitarse tocar las partes metálicas del vehículo, incluso al salir de un vehículo que ha recibido una descarga. En caso de ir conduciendo y verse sorprendido por una tormenta conviene disminuir la velocidad y no detenerse en zonas por donde pueda discurrir gran cantidad de agua.

- Es totalmente falsa la creencia popular de que un rayo no cae dos veces sobre un mismo lugar.

 B) En la vivienda, refugio o cabaña

- Contar con pararrayos en la vivienda y comprobar con relativa frecuencia que la instalación del mismo se encuentra en buen estado

- No asomarse al balcón o ventanas abiertas para observar la tormenta.

- Cerrar puertas y ventanas para evitar corrientes de aire pues éstas atraen los rayos.

- Alejarse de la chimenea y NO hacer fuego en ella o apagarlo si está encendido. De las chimeneas asciende aire caliente cargado de iones, lo que aumenta la conductividad del aire abriendo un camino para las descargas eléctricas actuando como un pararrayos.

- En caso de hallarnos en un piso o vivienda, hay que desconectar los electrodomésticos, los aparatos eléctricos y las tomas de antena de televisión, ya que el rayo puede entrar por las conducciones de electricidad y TV causando daños o la destrucción de estos objetos. Conviene permanecer alejados de las tuberías del agua y del gas y del teléfono o el ordenador. Todos estos objetos pueden conducir la electricidad y provocar electrocución. Dejar las luces encendidas, sin embargo, no aumenta el riesgo.

- Hay que posponer los baños, las duchas y el lavado de la vajilla o usar agua corriente para cualquier otro propósito hasta que la tormenta haya pasado porque a través del agua existe también riesgo de electrocución.

- Una buena manera de aislarse es sentarse en una silla que no sea de metal apoyando los pies en la mesa u otra silla que tampoco sean metálicas. Lo mejor es tumbarse en una cama o litera, más aún si son de madera.

 PRIMEROS AUXILIOS EN EL CASO DE QUE UNA PERSONA SEA ALCANZADA POR UN RAYO

- La descarga eléctrica no permanece en la persona afectada por lo que puede atenderse con toda seguridad y debe hacerse inmediatamente.

- Si la persona está inconsciente, comprobar si hay pulso y respiración.

- Si tiene pulso pero no respiración, empezar la respiración boca a boca.

- Si no tiene pulso, comenzar las maniobras de resucitación cardiopulmonar.

- Las personas que sufren parada cardiorrespiratoria por un rayo tienen mayor probabilidad de salir de la misma que la que se debe a otras causas, por lo que es de la máxima importancia comenzar la reanimación cuanto antes.

- Comprobar si hay otras lesiones, tales como fracturas. En caso de sospecha de fractura vertebral evitar todo movimiento.

- Las quemaduras deben buscarse especialmente en dedos de manos y pies y en zonas próximas a hebillas, joyas, medallas, etc. Lo habitual es que haya dos áreas que presenten quemadura, correspondientes a las de entrada y salida de la corriente eléctrica.

- Mantener caliente a la víctima hasta la llegada de los equipos de urgencia.

- Si una persona alcanzada por un rayo se muestra tan solo aturdida y no parece presentar heridas de importancia, aun así debe recibir asistencia médica para valorar el impacto real del rayo sobre su organismo.

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