Lo hace con apenas 200 hectáreas encharcadas, a la espera de un trasvase que se dilata

49 años del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel

Las Tablas de Daimiel cumplen este martes, 28 de junio 49 años desde que se declarasen Parque Nacional. Lo hace con apenas 200 hectáreas encharcadas y en una situación de sequía que deja la contabilización en 238,55 litros caídos en el término municipal (31,06 litros menos que en 2021 en las mismas fechas). Una situación que dificulta la conservación de un humedal para el que se viene solicitando en los dos últimos años un trasvase que no termina de llegar. Incluso, el ayuntamiento de Daimiel llegó a presentar una moción solicitándolo en noviembre de 2019, una petición que se repetiría tres meses después en una línea similar desde el Patronato Rector de Uso y Gestión de Las Tablas.

Sin embargo, esa agua derivada que parecía vaticinarse esta primavera al autorizarse el 28 de abril, no llegará hasta finales de verano, una vez se tengan todas las garantías de la eficacia de las condiciones necesarias para un canal por el que se ensayó “excepcionalmente” en 2009. El agua se hace esperar para este humedal de en torno a 1.600 hectáreas que agoniza en estos periodos y con él, parte del ecoturismo asociado a éste.

Entre tanto, el Gobierno de Castilla-La Mancha sigue negociando con el Ministerio para la Transición Ecológica la gestión directa de los parques nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel, los únicos de la red nacional que no están transferidos, como informa el portal digital Lanza. Unas negociaciones que se dilatan ya diez años encontrando divergencias en la parte económica a asumir, pero con el horizonte puesto en 2024 para materializar este paso.

En lo que afecta al día a día, se está pendiente de un proyecto de restauración de Las Tablas de Daimiel en el itinerario de la Isla del Pan. La actuación ha sido sometida a información pública, pero no cuenta con el beneplácito de los ecologistas regionales que han solicitado que se deniegue porque, consideran, “es innecesario”. Recoge EFE que este colectivo asegura que el proyecto vulnera la legislación de Evaluación Ambiental al presentar un estudio de impacto ambiental de escasa calidad y nula excelencia para cumplir con las exigencias contenidas en la Ley 2/2020, además de manipular maliciosamente el método de evaluación, lo que conllevaría una infracción grave conforme al Régimen Sancionador de esta ley, que instan a investigar.

Es la situación de un parque nacional cuarentón que, durante su trayecto con esta catalogación, pese a todo, ha demostrado de su delicadeza so pena de agonías periódicas de sus fluviales, pero también de una gran fortaleza para recuperarse cuando se dan grandes periodos hídricos.